El asesinato de Jesús
Desde una perspectiva de los pobres de nuestra tierra
Marcos 15:33-37
“Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?” (Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”) Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:
Oigan, está llamando al profeta Elías.
Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo: Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz. Pero Jesús dio un fuerte grito, y murió”[1].
El evangelio de Marcos presenta de manera más palpable el tipo de muerte y la agonía de aquel que murió en esa cruz, no era ficción, no era un actor que simulaba dolor, sino angustia y sobre todo el abandono de aquel que se creía más cercano a él, El Padre.
La agonía de Jesús en la cruz, es la actitud de una persona que sufre, al cual la muerte abraza, son los momentos más impactantes de un torturado y ejecutado de la forma más descabellada, muerte lenta y en público y esto de público era para darles una lección a todos los “revoltosos” que le seguían[2].
La espiritualización de los hechos
Algunas posiciones teológicas dogmáticas[3], que con honestidad fueron creadas en la historia, razonadas según el contexto de vida de los religiosos que sustentaban el poder, de ahí los grandes concilios, donde el poder impuso su forma de pensar y vivir la fe, ignorando y después persiguiendo y asesinando a sus opositores. Leonardo Boff agrega:
“…con la ley de Teodocio el Grande, de 28-2-280, en la que se declaraba al cristianismo como religión del estado y, consiguientemente, como lex obligatoria para todos; los herejes, a los que se declara «locos», serán erradicados como conspiradores contra el orden político, que al mismo tiempo era religioso”[4].
Además el texto bíblico, puede ser interpretado de forma espiritualista des-conectado de la plena humanidad de Jesús y con la realidad que vivió, o el texto puede ser interpretado de forma más comprometido con el Jesús de Nazaret sus enseñanzas y obras.
Igualmente la comprensión del texto bíblico puede ser comprendido de forma errada, como lo expresa Wilhelm Egger:
“…puede ocurrir también que el lector piense comprender el texto y en realidad lo esté comprendiendo erróneamente”[6]
Para tener un acercamiento de la realidad del tiempo de Jesús es de considerar lo siguiente:
“La lectura científica se diferencia de otras formas de lectura en el esfuerzo sistemático por cerciorarse de que se comprende rectamente”[7]
En la actualidad el cristiano debe considerar otras fuentes de aproximación, y las ciencias de investigación han ayudado a ese esfuerzo de tener una mejor comprensión correcta de la vida del pasado, por ejemplo: la antropología, historia, arqueología, economía, geografía, lingüística, política, sociología, filosofía, arte, biología… desde la religión cristiana evangélica de El Salvador es todo un reto, pero que no se debe obviar su importancia, sino incentivar a la superación del atraso académico.
Esto no significa una debilidad en la fe sino una fortaleza. Es la religión cristiana vista desde otra óptica, pero no deja de ser religión, al contrario el compromiso con el Dios de la vida estará más fundamentado, con bases sólidas no con bases superficiales que no soportan una crítica más abierta.
Con relación a la muerte de Jesús, surge la siguiente pregunta, muerte que la teología ha caricaturizado[8]: ¿Por qué muere Jesús? ¿Debe el cristiano entender la muerte de Jesús como un caso romántico o novelístico sin mayor trascendencia a su realidad, a su mundo?
Algunas posiciones sobre la muerte de Jesús son: muere por amor, por los pecados del mundo o por aplacar la ira de Dios. Quizás de las tres posiciones, la primera parece más acertada, las restantes son sacadas de su contexto, posiciones post-pascuales; pero ¿Qué clase de amor lleva a Jesús a la muerte? ¿O es que Jesús anhelaba ser asesinado? ¿No es un tiempo de crisis la que vive Jesús en Getsemaní, ante el conocimiento de su arresto y asesinato? el texto de Marcos 15.33-37 pone al descubierto el testimonio de su comunidad. Comunidad[9] que consideraba a Jesús como el sufrido por la injusticia de un sistema lleno de corruptos, una tragedia hacia un hombre bueno y justo ante Dios y el pueblo.
De manera somera, Jesús muere por amor no a la muerte sino a Dios, a la Palabra y al ser humano. Su obediencia al Padre antes que a los hombres le llevó a confrontar con los poderes temporales, el mal encarnado en el ser humano que asume una posición de dios. El dominante puede hacer con el poder que se le ha otorgado, lo que sea y para poder sustentar su hegemonía aparta a los que les estorban, aun asesinar a los santos y justos.
En la actualidad es fácil decir “soy cristiano”, aunque son los actos que realiza el hombre lo que le identifica, no su boca[10]. La falsa espiritualización le deja todo a Dios.
Un ejemplo de la práctica que los cristianos han asumido desde una enseñanza espiritualista: -oran para que Dios bendiga a sus padres-, cuando Dios nos manda que los honremos, no solamente con oraciones o un buen comportamiento moral, sino con acciones, con ayuda económica, con alimento, medicina, techo, compañía…
El conflicto
Históricamente han existido conflictos y grandes conflictos a nivel local, regional o mundial. Los factores generadores de estos conflictos se repiten en el caminar humano, por ejemplo: la desigualdad, discriminación, exclusión, acaparamiento de los medios de producción, riqueza desmedida, opresión, represión… factores que generaron el conflicto que resultó en el asesinato de Jesús de Nazaret.
El mal-o
El mal ha sido tratado por las mayorías de las civilizaciones, se describe como un poder extra-mundano, que empuja u obliga al ser humano a hacer cosas que no quiere; pero la realidad es que el mal es ejercido por seres humanos que ejecutan las más crueles acciones sobre los hombres. De hecho el pensamiento judío habla del ietzer hara y esto significa: la predisposición hacia el mal, la fuerza interna que motiva al hombre a actuar mal[11], en ese sentido es el hombre quien decide hacer el bien o el mal. Santiago tiene algo que decirnos al respecto:
Santiago 1:13-15
“…cada uno es probado, arrastrado y seducido por su propia concupiscencia.
Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra muerte”.
Jesús nació en un tiempo difícil, los dominantes eran despiadados in-misericordiosos.
La tan sola noticia de que había nacido un rey, hace que la súper-estructura de poder se retorciera, a tal grado que Herodes el Grande mandó a matar a los niños menores de dos años.
Herodes El Grande
Jesús procedía de una familia humilde y trabajadora, su madre María en el evangelio de Lucas expresa la cuestión social-económica que vivía su pueblo y su anhelo de una vida sin el opresor[12]:
Lucas 1:52-53
“derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías”.
La opresión del poder político era real, aun en la casa de los padres de Jesús, vivían y conocían en carne propia las necesidades más apremiantes del ser humano y de un pueblo conquistado por el extranjero, de ahí la crítica de María.
Roma y la familia herodiana (poder político), no era la única que ejercía injusticia. El poder político históricamente ha estado unido con la religión, y en tiempos de Jesús existía un grupo dominante religioso judío, los saduceos, secta judía que los evangelios presentan como dominantes del sanedrín, de hecho Anás y Caifás eran saduceos de ahí la influencia que ejercían sobre la asamblea y sobre los fariseos. Aunque se puede pensar que no todos los fariseos se dejaban guiar por las leyes, sino por la necesidad de pertenecer al poder, ya que esto les permitía tener un estilo de vida suntuoso.
Los textos de los evangelios expresan la unidad de fariseos y saduceos pero, que hechos de los apóstoles presentan a los apóstoles y al mismo Pablo en conflicto con los saduceos no con los fariseos:
Hechos 23.6-7
“Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga. Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió”.
Raymond E. Brown, describe el asesinato de Santiago el hermano de Jesús por parte del sumo sacerdote Anano II, “precisamente porque Anano fue denunciado por judíos observantes de la ley”, el gobernador romano le destituye de su cargo como sumo sacerdote[13]. Cabe suponer que Anano II era saduceo.
Se puede pensar que los saduceos fomentaban un entorno de temor por su influencia que ejercían en esos tiempos o que no era un grupo minoritario sino numeroso en el sanedrín, de ahí las decisiones legales que se tomaban sin considerar a toda la asamblea. Las referencias textuales que abordan la incriminación de los fariseos puede ser que haya sido reelaborado después que la iglesia imperial sostuvo una lucha contra el judaísmo, que en ese tiempo los fariseos habían pasado hacer la mayoría, por el hecho de no existir el templo de Jerusalén destruido en el año 70 d.C. pero también podemos decir que hubo implicación en la muerte de Jesús, de algunos de los fariseos y que los evangelios agregaron el recuerdo de su participación, el ejemplo más significativo de la intolerancia religiosa de los fariseos es el mismo Pablo o Saulo de Tarso.
Movimientos alternos
Debido a la corrupción de los líderes surgen corrientes con carácter políticos y otros de carácter religioso, emergen con el ánimo de cambiar su mundo, algunos ejemplos como los celotas, sicarios, asentamientos en qumran y carismáticos itinerantes y de seguro algunos otros.
Desde la trinchera religiosa, resaltó un personaje que también trató de ayudar a los más afectados por las desigualdades de los dominantes, Juan apodado el bautista. El mensaje de Juan tenía la intención de empoderar a sus oyentes con la Palabra de Dios la cual libera:
Lucas 3:11-14
“Juan les contestó:
El que tenga dos trajes, dele uno al que no tiene ninguno; y el que tenga comida, compártala con el que no la tiene. Se acercaron también para ser bautizados algunos de los que cobraban impuestos para Roma, y le preguntaron a Juan: Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?
Juan les dijo: No cobren más de lo que deben cobrar. También algunos soldados le preguntaron: Y nosotros, ¿Qué debemos hacer? Les contestó:
No le quiten nada a nadie, ni con amenazas ni acusándolo de algo que no haya hecho; y confórmense con su sueldo”.
Las frases del texto: dar al que no tiene, no cobren más, no extorsionen… son síntomas de una sociedad que se había alejado de Dios, donde los hermanos fomentaban la desigualdad. Porque los patrones del dominador se repiten en los dominados, sometiendo a los más débiles de los débiles, el padre a la mujer, la mujer a los hijos... Además el amor a dinero; hacía y hace desconocer al ser humano como tal, imagen de Dios. Por eso el mensaje del bautista tenía sentido para los oyentes y para sus discípulos, que encontraban la presencia del Dios de justicia en aquel singular personaje.
Su denuncia profética en contra del opresor, hiso apresurar las maquinaciones de sus asesinos.
Ante el mensaje desafiante del bautista, es asesinado brutalmente, por la potestad diabólica que los hombres asumen según el poder que las grandes mayorías les otorgan.
Jesús de Nazaret y su acción en el mundo
Jesús no estaba desvinculado de la realidad de su tiempo, discernía la verdad de la realidad falseada por los medios ideológicos que existían en su tiempo, como la “pax romana”. Jesús estaba muy consciente de los conflictos sociales, políticos, religiosos, geográficos… su conciencia sobre la situación de su pueblo lo lanza hacia el camino de la obediencia total a la Palabra. Después del bautismo, Jesús comienza una lucha, el bien contra el mal. El justo contra la injusticia. Su resistencia no era tan pacífica como se ha querido enseñar, sino activa, de ahí que el indio Gandhi, copia la lucha de Jesús para liberar a su pueblo del dominio inglés, una lucha sin violencia, pero no deja de ser lucha y no deja de ser violenta.
En ese camino Jesús llama a justos, hombres, mujeres y pecadores a unirse al camino de Dios.
Llamó a Mateo, a Zaqueo, soldados romanos[14]… tanto de las capas más bajas como de la aristocracia religiosa e imperial (pocos casos)[15].
Jesús causa la admiración de un pueblo sometido por el invasor, se solidariza con la población sufriente, las multitudes le siguen; la sola acción a favor del pueblo era entendida como una denuncia que estorbaba la visión religiosa y política que subyugaba; por supuesto que tanto las autoridades religiosas como gubernamentales, no reconocen tal movimiento y tratan de destruirlo, asesinando a su líder:
Marcos 3:6
“Pero en cuanto los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús”.
Jesús como profeta, siguiendo la línea de sus antepasados, en defensa de los más desfavorecidos, confronta a los grandes:
A los religiosos llamó hipócritas:
Mateo 23:27
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza.
A Herodes llamó zorro:
Lucas 13:32
Él les contestó:
“Vayan y díganle a ese zorro: ‘Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino”.
Exhortó y castigó a los banqueros del templo de forma desafiante:
Marcos 11:15-16
“Después que llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían palomas, y no permitía que nadie pasara por el templo llevando cosas”.
El Evangelio de Juan expresa de forma más dramática, haciendo un azote con unas cuerdas para castigar a los que habían usurpado la casa de oración:
Juan 2:15
“Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas”.
Los líderes religiosos que eran representantes de Dios en la tierra, estaban a favor de sus propios caprichos, intereses mezquinos, además se habían vendido al estado, desconociendo a los que hacen realidad la vida, el pueblo.
El movimiento de Jesús no estaba de acuerdo con la jerarquía de los señores o de la aristocracia religiosa, su ministerio no estaba bajo la “cobertura” de la comunidad del templo sino bajo la cobertura de Dios, en consecuencia su ministerio era en el camino, en las casas y en pocas ocasiones llegó a celebrar alguna fiesta de sus ancestros en el templo, cuestión que aprovechaba para transmitir el mensaje a los visitantes.
El templo símbolo de unificación de la religión judía; pero también en el templo se había centralizado el poder. La centralización se logró con el rey salomón, fue un gran estratega político, omitiendo los distintos lugares de adoración que por tradición los israelitas habían adoptado, donde los patriarcas de Israel habían recibido revelación de Dios (teofanía). La centralización del poder religioso-económico, fue la causa de la división de Dios con los líderes religiosos dominantes. Son los hombres los que se separan de Dios, y esto se evidencia en la realidad humana, separándose de la gente (del pueblo) se separa de Dios. Por eso el proverbista aconseja al rey:
Proverbios 31:8-9
“Levanta la voz por los que no
tienen voz; ¡defiende a los indefensos!
Levanta la voz, y hazles justicia;
¡defiende a los pobres y a los humildes!”
Además, cuando Jesús muere en la cruz agregan un mensaje o el delito por lo que es ajusticiado: INRI, palabra acróstica que significa Jesús Nazareno Rey de los Judíos, en este sentido Jesús es asesinado por pretender cambiar el orden establecido, como pretendiente al reino terrenal.
El historiador Tácito expresa que el imperio romano, en la época de Jesús, había creado una ley que criminalizaba a los que la violaran, le llamaban: lesa majestati; y esa ley abordaba los siguientes delitos: traición al ejército, sedición, administrar mal el cargo público… el delito de “sedición”, que podemos interpretar como insurrección, era un crimen que no tenían defensa por palabras[16]. La mayoría de la aristocracia, en tiempos de Jesús, tenía que conocer la ley romana, ese conocimiento fue aprovechado para deshacerse del galileo. El mensaje de Jesús atentaba contra los intereses sacerdotales, contra el templo, si el templo era destruido, se destruye la fuente de vida de la aristocracia judía.
No se puede aludir que el mensaje de Jesús tenía que ver con un mensaje liberador, liberador de ideas que subyugan a las grandes mayorías. Posiblemente Jesús pretendía destruir el templo por medio de la instrucción de la Palabra de Dios, no literalmente sino convenciendo a las grandes mayorías de no obedecer a la jerarquía que dominaba el templo, sino obedecer a Dios y a su Palabra, volver a tener fe en el verdadero Dios de la vida, ese Dios que condujo a Israel en el desierto, ese Dios que caminaba con su pueblo, en cualquier lugar donde se dirigían, ahí estaba él. Su mensaje hacía una resistencia contra la ideología religiosa opresora de las grandes mayorías:
Juan 4:21
“Jesús le contestó:
—Créeme, mujer, que llega la hora en que ustedes adorarán al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén”.
Pero también, Jesús como profeta pre-dijo la destrucción del templo:
Lucas 21:5-6
Y a unos que hablaban de que el templo
estaba adornado de hermosas piedras y
ofrendas votivas, dijo: En cuanto a estas
cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.
A las autoridades del templo no les caía en gracia que las grandes mayorías conocieran que Dios estaba en desacuerdo con sus acciones, el descrédito venía de hombres que surgían de las entrañas del mismo pueblo, por lo tanto un mensaje creíble.
La historia confirma la re-acción de los dominantes del templo Raymond E. Brown aporta este significativo dato:
“A comienzos de los sesenta (del siglo I d.C.) destacados ciudadanos de Jerusalén (probablemente, ancianos y sacerdotes) trataron de que los romanos matasen a Jesús hijo de Ananías porque había anunciado la destrucción de la ciudad y del santuario (Guerra 6.5.3; §300-9)”[17]
Conclusión
Después de la muerte de Jesús, Cleofas nos informa desde los Hechos de los Apóstoles, camino a Emaús:
Lucas 24:18-20
“y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:
¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días? Él les preguntó: ¿Qué ha pasado? Le dijeron: Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran”.
Este texto es muy significativo porque expresa el conocimiento que los discípulos tenían de Jesús, lo identifican como profeta poderoso en hechos y en palabras.
Además el texto de Lucas nos pone al tanto sobre quienes mataron a Jesús, aristocracia sacerdotal (templo) y autoridades romanas.
La interpretación o el razonamiento de su muerte como cordero inmolado o que su muerte trajo salvación o la comparación de algunos textos del Antiguo Testamento sobre su vida y muerte, es posterior a los acontecimientos de su cruel asesinato, así lo presenta Cleofas camino a Emaús.
Además, lo que mata a Jesús fue un sistema compuesto por hombres corruptos y ¿por qué le matan? Por su acción en el mundo, a favor de la vida, le capturan y le asesinan porque les estorba.
El cristiano de hoy debe comprender que seguir a Jesús tiene un compromiso, y más que compromiso es amor a la vida, amor al prójimo, a mi hermano y hermana.
Siguiendo el camino de Jesús hasta las últimas consecuencias es que el ser humano puede ser llamado “cristiano”. Sino está comprometido con el reino de Dios no puede ser llamado cristiano.
Esteban el mártir, los apóstoles y muchos más en la historia de la religión cristiana murieron por la causa de la vida.
Y más recientemente Martin Luther King, pastor bautista que murió asesinado por el sistema corrupto que vela por el interés particular, diabólico.
El Salvador, el pulgarcito de América, tiene sus mártires, su sangre derramada tiene algo que decirnos sobre la entrega a la Palabra, a Dios, al ser humano y la consecuencia por seguir en el camino de justicia, amor y verdad.
Ser cristiano en estos tiempos es una tarea que debe tener sentido para el pueblo de Dios. Ser cristiano demanda una vida consagrada al Dios de la vida, debe responder al mal con el bien, no ser parte de la vida mundana que deshumaniza a los hombres y mujeres. El cristiano debe estar a favor de los más desfavorecidos históricamente, debe promover con su vida, la venida del reino de Dios.
Bibliografía
Biblia Dios habla Hoy 1999
Brown, R. E. (2005). La muerte del Mesias, desde el Getsemaní hasta el sepulcro, tomo I. Estella, Navarra, España: Verbo Divino.
Boff, L. (1981). Iglesia: carisma y poder. España: Sal Terrae.
Desleal, A. M. (1967). Luz Negra. San Salvador, El Salvador: Ministerio de Educación, Dirección de Publicaciones
Diccionario de filosofía en CD-ROM. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Egger, W. (1990). Lecturas del Nuevo Testamento. Estella (Navarra), España: Verbo Divino
Tacito. (1956). LOS ANALES. Clásicos Jackson, Buenos Aires
Weissman, R. M. (1980). El Midrash Dice, el libro del Berechit. Argentina: Bnei Sholem.
[1] Los textos expuestos en este artículo son de la Biblia Dios Habla Hoy de 1999
[2] Las ejecuciones en público han sido una forma histórica de eliminar a los que estorban, y esto se ejemplifica con la decapitación de Goter y Moter, protagonistas de la obra “Luz negra” del salvadoreño Álvaro Menen Desleal, donde de forma sarcástica se habla de dos ejecuciones de “bandidos” (en la plaza pública), pero que realmente eran “un idealista y el otro, un hombre que piensa”. La muerte en público significa el camino que les toca a todos los seguidores que desestabilizan al sistema. Desleal, A. M. (1967). Luz Negra. San Salvador, El Salvador: Ministerio de Educación, Dirección de Publicaciones.
[3] Dogma: opinión, decisión, decreto, de donde procede la idea de “doctrina firmemente asentada”. Enunciado de la iglesia propone explícitamente como revelado por Dios.
Diccionario de filosofía en CD-ROM.
Copyright 1996-99. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu.
[5] Especialmente los más desfavorecidos, los rechazados por la familia, sociedad y religión (por Dios), por los que el sistema ideológico-económico, no les reconoce por que no son productores de riqueza.
[7] Ibíd, p.16
[8] Esa caricaturización es una interpretación superficial-teológica de la vida y muerte de Jesús, esta teología se puede encontrar en los mensajes que se predican a diario por los medios masivos de comunicación cristianos, que dicho sea de paso se ha convertido en un entretenimiento (show) para estar arriba en la popularidad y ha dejado al Jesús liberador comprometido con la causa del reino de Dios, con la causa de la justicia, la verdad y la vida.
[9] Esta comunidad no era la única, también el testimonio de los primeros discípulos y discípulas de Jesús deben considerarse para tener un acercamiento del Jesús de Nazaret más real, en este sentido el mensaje de Cleofas camino a Emaús, Pedro en Hechos de los Apóstoles y Esteban el mártir, sus mensajes nos indican una clara posición en relación a Jesús y su muerte.
[12] Históricamente los dominantes han sido: reyes, religiosos sumisos al rey, príncipes, mercaderes, ejército…
[13] Brown, R. E. (2005). La muerte del Mesias, desde el Getsemaní hasta el sepulcro, tomo I. Estella, Navarra, España: Verbo Divino. p.454
[14] Estos soldados romanos debieron tener una vinculación con el pueblo de Israel, o posibles judíos al servicio del imperio
[15] La mayoría de los seguidores de Jesús pertenecían a las capas más bajas, los pobres, mujeres, esclavos, colonos, pecadores… pero también escasamente habían cristianos ocultos, por ejemplo: José de Arimatea, Nicodemo… y en la política, se conoce la mujer de Pilato (Mateo 27.19)…
[17] R. Brown, Op. Cit., 482-483