lunes, 9 de enero de 2012
La Guerra en El Salvador ¿Cuestión del pasado?
En 1970 se inicia un periodo de crisis interna debido a las políticas anti inhumanas que existían, surgiendo así movimientos revolucionarios en pro de los salvadoreños que no podían defenderse, estos tenían ideales que eran velar por los intereses de nuestros hermanos, los pobres, los desvalidos, los marginados, los “sin poder”, los sin voces, el gobierno de aquel entonces ataca los levantamientos de los campesinos, con armamento militar, tenían muchas ventajas sobre los pobres, hombres que poco a poco fueron haciéndose de sus equipos de guerra, la guerra; donde los dos bandos hicieron y decidieron. Los testimonios actuales están a favor y en contra, unos dicen que la guerrillas les quitó las tierras, mataron a sus seres queridos y los del ejército ni hablar; pero ese es el costo de las malditas guerras y el derramamiento de la sangre de nuestra familia salvadoreña, fueron hombres que dieron sus vidas por ideales de libertad, de paz, de esperanza de un día mejor. Más de 100 mil salvadoreños en su mayoría inocentes, fueron los que pagaron el costo de la guerra.
Al fin lo que se buscaba llegó la famosa “paz”, la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec el 16 de enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec, Ciudad de México, México, llevó a nuestro país al silencio de las armas, todavía recuerdo la última ofensiva, estábamos con mi familia en la Ciudad de Apopa, los aviones pasaban volando cerca y se oía como se desprendían las bombas y su impacto por las ondas expansivas hacían que nuestro rostro se desplazara unos centímetros, las balas, los gritos de desesperación, todos en casa estábamos bajo un colchón para evitar ser baleados por una bala perdida, el alimento escaseaba, cuando comíamos no teníamos que hacer ruidos con el plato y el tenedor porque los soldados y la guerrilla estaban atentos a cualquier ruido. Cuando mis padres tomaron valor, salimos con una bandera blanca hacia Lourdes, Colón, fue increíble a mi madre casi le dan un tiro en la cabeza, fue una experiencia que nunca se ha borrado de mi mente. Mi caso no es tan dramático como el de muchos que estuvieron presos, que los mutilaron… pero vivimos ese período en la historia de nuestra nación.
El panorama de hoy es distinto, los que peleaban por la paz están en el gobierno, los que defendían la soberanía siguen en el gobierno, es interesante que apellidos de extranjeros estuvieran relacionados en las luchas por nuestras tierras y que ahora ostentan cargos públicos. Parece que “la paz” está en nuestro país, ya no hay guerra, ya no hay balaceras.
Me parece que el efecto de la post guerra tendría que haber pasado y estaríamos recuperándonos de muchos años de retraso en las áreas económica, social y político… esto por la misma guerra.
¿Estamos viviendo en periodo de paz? Tengo la misma respuesta que usted NO ¡¡¡NO TENEMOS PAZ!!!
A través de este escrito quiero hacer una reflexión sobre la RESPONSABILIDAD DE EL GOBIERO EN UNIDAD, a todos los que estuvieron implicados (directamente) en la guerra de nuestro país:
1.1 Por la guerra muchos salvadoreños salieron de nuestro territorio huyendo hacia Estados Unidos de Norteamérica.
1.2 Al encontrarse en un país distinto, tenían que sobrevivir ya sean padres o hijos, estos tenían que salir adelante, iniciaron las famosas bandas o maras, estas constaban de reuniones de jóvenes que cuidaban su barrio de otros batos cholos de comunidades distintas, habían peleas callejeras, poco a poco esto fue evolucionando hasta convertirse en las famosas pandillas juveniles donde no solamente cuidaban el barrio sino que distribuían droga, esta forma de vivir se trasladó a Centro América.
1.3 Las deportaciones masivas de nuestros compatriotas, con esa idea de vida, rápidamente se propagó como una epidemia, muchos jóvenes ingresaron a las pandillas engañados, sin saber que sería de ellos en el futuro.
1.4 El sexo, la droga, la música, las armas, la sensación de falsa seguridad son los distintivos de estas estructuras criminales, que han lavado la mente a los cortos de espíritu haciéndoles creer que esas cosas son el sumo bien, la felicidad. ¿Es eso una realidad? Por supuesto que no, es parte de esta estructura del terror, de muerte.
1.5 Aunque la mayoría de nuestros compatriotas no siguieron este camino; los pocos que lo hicieron han afectado de manera negativa a nuestra nación
Hoy vivimos otra guerra que fue causada por los que luchaban, por aquellos que seguían supuestamente los “ideales del pueblo”, la sangre como en la guerra civil se está derramando hoy ¿Cómo le podemos llamar a esta guerra? ¿Cuántas familias han quedado sin padres o hijos…? ¿Dónde están aquellos que expresaban el sentir por nuestros hermanos defendiéndolos de la brutalidad? ¿Por qué el silencio ante los asesinatos? hablamos de la historia, recordamos a nuestros mártires del pasado, queremos revivir las estupideces que se cometieron en aquel tiempo; pero ¿qué del ahora? ¿Qué de lo de hoy?, el fútbol, la venida de un presidente extranjero, las profecías de un loco que dice que Cristo viene o que el mundo según los Mayas se acabará, todo esto y otras cosas que vienen a nuestra mente es una cortina de humo, es un entretenimiento, para que no veamos con nuestros ojos, ni oigamos con nuestros oídos, el mal que nos aqueja.
¿Hasta cuándo dejaremos que maten a nuestra familia salvadoreña?, ¿hasta cuando la indiferencia de las personas que supuestamente velan por “el pueblo”? creo que son los intereses de unos cuantos del pueblo los que son beneficiados.
¿Cuál es el miedo de enfrentar a ese monstruo que hace pedasos a nuestros hermanos? no son salvadoreños los que no velan por el salvadoreño.
Mi tierra, mi gente, mi familia, hemos dejado nuestro ombligo en este pulgarcito de América.
Nuestro país nos necesita.
Los que hacen el mal no pueden seguir obedeciendo las órdenes de aquellos que siguen matando a nuestros hermanos, extorsionando, robando, secuestrando, violando, saqueando, golpeando, y torturando, no nos damos cuenta que somos de la misma familia, Salvadoreños, por el simple hecho de tener “poder”.
¿Donde está la aplicación de la ley anti pandillas? ¿Por qué esperan tanto? ¿Por qué los derechos inhumanos no respetan la vida de las víctimas haciendo justicia?
ES REPONSABILIDAD DE NUESTROS GOBERNANTES ATENDER AL DOLOR DE NUESTROS HERMANOS.
Si el gobierno no hace nada, está condenando a nuestros hijos y a los hijos de ellos a vivir rodeados de lobos o perros salvajes que los van a devorar como corderos indefensos.
Ya no más indiferencia hacia los que mueren, tarde o temprano tocarán a uno de los intocables, y no vayamos tan lejos un ejemplo es el caso de los diputados que murieron calcinados en Guatemala, la insensibilidad con la que los malos actúan “la muerte no tiene amigos, tarde o temprano se volverá a aquellos que matan” pero no esperemos más de eso, para hacer la diferencia, no, no es así, sino a través de una reflexión profunda de lo serio que es este asunto.
Podemos marcar la historia de manera positiva hoy, sino la misma historia condenará a los que nunca hicieron nada por nuestros hermanos, por nuestro país, por nuestra nación. Más adelante habrá un pensamiento diferente un pensamiento que sacará a la luz todas las atrocidades de los que pudiendo ayudar no lo hacen ante el dolor de nuestras familias, los apellidos de los grandes quedarán manchados por la historia, en lugar de levantar su rostro orgullosos de ser lo que son, bajarán sus cabezas de vergüenza.
Quiero hacer una observación, que durante la guerra civil, intervinieron extranjeros, en la lucha por los ideales de “libertad” de la famosa “paz”, estos nunca estuvieron al frente en el combate, solamente organizaban la guerra, fueron nuestros hermanos los que luchaban contra nuestros hermanos, iban como ovejas al matadero, derramando su preciosa sangre.
Otros mataban obedeciendo órdenes de los altos mandos ya sean del gobierno o de la guerrilla, títeres; eso eran nuestros hermanos pero que este manejar al pueblo obedecía a intereses oscuros, ajenos a nuestra realidad. Como bien expresó cierto militar retirado “al principio hubo una revolución justificada, con ideales reales; pero después se perdió por la intervención de los extranjeros” querido lector le hago una pregunta ¿dónde están estos extranjeros? EN EL GOBIERNO. Solamente nos utilizaron para llegar al poder.
Son éstos los que no se interesan por nuestro pueblo, los que no reaccionan por nuestra seguridad, no son de nuestra nación en consecuencia no responden a nuestros intereses, ya sean de derecha, centro o izquierda, estamos llenos de personas extranjeras a quienes no les importan las condiciones en las que vivimos, si ganamos bien o no, si comemos bien o no, si estudiamos o no, SI TENEMOS SEGURIDAD O NO…
TODO SALVADOREÑO DEBEMOS VELAR POR NUESTRO PAIS, POR NUESTRA GENTE, POR NUESTRA FAMILIA, en lugares de autoridad, en las empresas, en el gobierno, en todo lugar tenemos que vernos como hermanos.
La guerra que vivimos en el pasado está en nuestro presente, con otro ropaje, es la muerte que ronda por nuestras calles, SEÑORES NECESITAMOS HOMBRES DE VERDAD, con un alto grado de nacionalismo, Dios tarde o temprano hace su justicia ante los injustos, ante los cobardes, ante los pecadores, ante los que no respetan la vida del prójimo.
Lo que puedo asegurar, que la contraparte de esa ideología pecaminosa es: Dios, porque Dios es el Dios de la vida, y se refleja en la humanidad de Jesús, idea que ha sido vista con recelo por los anti religiosos, y razón tienen, ya que la iglesia cual sea su nombre, en lugar de velar por los oprimidos como lo hizo Cristo, se hacen del ojo pacho y solamente siguen intereses personales, llenando su cuenta en los bancos, ¿donde están los cristianos de verdad? Los cristianos tenemos el deber de proclamar la verdad y abonar al reino de Dios. El mensaje de los líderes cristianos ya sean católicos como evangélicos deben de estar acompañados en la construcción del reino de Dios, donde la base es el amor. Estamos encerrados en las cuatro paredes de nuestras iglesias, no salimos a buscar a los maltratados, a los baleados por armas de fuego, o los que lloran por un ser querido que ha fallecido, o visitar a un enfermo en el hospital o atender a los indigentes o ayudar a los ancianos, o los niños de la calle, al pecador como lo hizo Jesús, la iglesia de hoy está estancada, en el lodo, en el fango, en el acomodamiento. ¡¡¡DESPERTEMOS!!! Estamos ciegos ante las cosas que estamos viviendo, si verdaderamente somos hijos de Dios, que se vea, Dios se encarnó en un ser humano, el Verbo hecho carne, Dios interfirió en la vida de la humanidad, para ayudar no para estorbar, sino para ayudar.
De alguna manera la iglesia es también culpable de lo que estamos viviendo, por su indiferencia.
La Iglesia de hoy tiene la tarea de llevar la palabra de Dios, esta palabra libera al oprimido, volviendo a los hombres a ser esa imagen de Dios Gn. 9.6, imagen de Dios que se mantiene aun después de la desobediencia del hombre con Dios.
La iglesia de Dios debe enseñar los mandamientos de Jesús y ayudar a los necesitados.
La iglesia de Dios debe de hacer un equilibrio sobre lo espiritual y lo material, nuestro ejemplo fue el mismo Jesús a través de los milagros, no fue una mera “bendición espiritual” sino integral: las sanidades del cuerpo, la liberación de los poseídos, la vivificación de los muertos (Lázaro…), el hacer el bien debe ser la característica de la iglesia sin ver la condición económica, política, o religiosa.
La enseñanza y la práctica de la palabra de Dios con el ejemplo debe ser el atractivo de las personas que no respetan a los hombres ni a Dios, en Jesús debe haber esperanzas para un mundo mejor, porque si Jesús no viene en unos trescientos años debemos hacer algo y tener esperanzas en él.
Que Dios nos ilumine en todo.
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