El Bautismo en agua y su
incidencia en el mundo
I.
Contexto social en tiempos de Jesús.
“la
situación social depende estrechamente de la situación económica, en realidad
se funde sobre esta”[1].
De esta situación surge un “mundo en compartimientos”[2],
los dominantes y los dominados. Los dominantes, los poderosos, eran
representados por la aristocracia, hombres que sustentaban sus intereses
controlando los medios de producción, entre ellos se encontraban: los
prestamistas o banqueros, terratenientes, religiosos, representantes del
gobierno, industriales… esta clase de personas eran familias que se habían
destacado históricamente por medios legales e ilegales[3] para llegar a tener más poder
económico. Además estas familias para mantener su estilo de vida, escalaban peldaños
en la política, asegurando así el control de los medios. Igualmente estando en
el poder (las familias), establecían nexos con otros “linajes” pudientes para
ayudarse mutuamente a sostenerse, a costillas de las grandes mayorías que se
debatían entre la vida y la muerte en el mundo.
La centralización del poder hacía acrecentar la
desigualdad entre el otro grupo, los dominados, que se volvía dependiente del
dominante por las necesidades más apremiantes como el pan de cada día.
Entre los dominados se encontraban los colonos,
establecidos con el dominante, estos residían en los terrenos del dominante con
algunos beneficios.
También, de los dominados destacaban, los obreros
asalariados, pero ante la creciente población, el trabajo se reducía, y el salario no era justo, los dominantes se
aprovechaban de la necesidad reduciendo la paga del obrero, encareciendo aun más
su existencia.
Pero el grupo más afectado de estos, eran los
esclavos, perdían todo derecho, el amo era el dueño de todo su ser, podía hacer
con él o con ella todo lo que se le ocurriera, marcarlos con fuego, los ataban,
los alquilaban… el esclavo no era reconocido como persona, sino como animal o
cosa, de ahí el mal trato que recibía. La ley estaba en su contra y no
reconocía su humanidad.
La injusticia social era el pan diario de parte de
la estructura o súper-estructura, económica establecida que velaba, por el
sostenimiento de los poderosos, en detrimento de las grandes mayorías empobrecidas.
En este sentido la desigualdad, la corrupción… crea
en las capas más bajas de la sociedad: la prostitución, mendigación, odio,
crueldad, individualismo, hipocresía, mentira, robo, extorsión, engaño, asesinato
y cuanto mal se conozca. Ni políticos ni religiosos, se salvan de esta visión
de mundo, antes, durante y después de la vida de Jesús de Nazaret.
Ante la visión de mundo que se vivía o mejor
anti-mundo, surgen movimientos que subvierten el mundo conocido, lo cual no
significaba un aislamiento de la vida en común, sino una confrontación con los
generadores de injusticia.
Ante la centralización del poder, cualquier
oposición, asía que las fuerzas del mal se abalanzaran hacia la posible
agresión a sus intereses (poder-economía-capital-medios de producción). El
Evangelio de Mateo antes de hablar de Juan el bautista, presenta el asesinato
de los niños menores de dos años (Mateo 2.13) por Herodes el Grande, quien era
el rey en esa época. La tan sola señal de agresión a sus intereses particulares
o grupales, hiso que asesinaran con brutalidad a pequeños que comenzaban a
vivir. Ante la muerte de Herodes el Grande, surge, su hijo, según Mateo 2.22 Antipas,
gobernando Judea y otras provincias sosteniendo a si el poder, en manos de la
familia Herodiana.
La realidad del tiempo de Jesús no era cuento o
invención, era la vida de los más afectados, las victimas; de las cuales no se
habla mucho. Al contrario las victimas no se comprenden como tales sino parte
de un cuento, casi irreal, espiritualizando los hechos reales y concretos. La
historia de manera parcial, habla más de los victimarios y su posición, del
porque actuaron salvajemente contra “los revoltosos”, poco se habla de los más
afectados y sus motivos que les llevaron a actuar de la manera que lo hicieron.
Los evangelios presentan la acción de hombres y mujeres
desde la perspectiva de la víctima, se conocerá, no de manera exhaustiva la
vida de algunos personajes y su confrontación con la visión del mundo y sobre
todo se reflexionará sobre nuestro tiempo, de cómo se repiten aquellas acciones
del pasado, que desfavorecen a los hombres y mujeres en el mundo. Además se
tratara de conocer la incidencia del cristiano, y su compromiso para compartir
el reino de Dios con la humanidad.
II.
Juan el Bautista
Tanto Juan el bautista como Jesús, nacen en un mundo
lleno de injusticia: la sangre, la muerte, las enfermedades terminales, la
peste,…eran la evidencia de la deshumanización que se vivía. Y como un
movimiento alterno, surge desde las capas más bajas de la sociedad, siendo
reconocido por el pueblo como portador del mensaje de restauración, Juan
apodado el bautista. El movimiento del bautista no parte de la comunidad del
templo, mucho menos del palacio del rey, sino en el desierto, símbolo pleno de
dependencia del Eterno Dios.
Sus padres pertenecían a la religión ancestral de su
pueblo, de hecho Zacarías era sacerdote y estaba casado con Elizabeth según
Lucas 1.5-13, la rectitud, la obediencia a la ley de Moisés, que los padres de
Juan vivían, fueron su primera escuela. La relación que Juan en su ministerio
llego a tener con Jesús, no era única, ya que a estos dos personajes les unían
lazos familiares, de hecho María, la madre de Jesús era pariente de Elizabeth
según Lucas 1.36, y como familias que culturalmente son muy unidas[4], la infancia y
adolescencia de Juan y Jesús debieron unirlos mucho mas, se conocían, debieron
pasar momentos donde externaban sus ideales, y experiencias de la vida diaria. Además,
debieron tener un mismo maestro o rabí que les enseño el sendero de vida,
probamente haya sido el mismo padre de Juan, por ser sacerdote o algún maestro
de la comunidad del desierto, Qumran.
a. La
gran decisión
Juan no es diferente a los hombres y mujeres en
común, debió pasar por una crisis para decidirse al servicio a Dios y a su
pueblo. Los grandes personajes del Antiguo Testamento y en especial Moisés, que
en diversas ocasiones trato de evadir el sendero de vida o llamado de Dios (Éxodo
3.10-14). Existe un detalle evadido por
la mayoría de los escritores bíblicos en la actualidad[5], y es que todos los
personajes que sirvieron a Dios, tenían como punto de referencia (semejante a una
espina incrustada en el cuerpo) a los perdidos, a los afligidos, a los justos,
los pobres, los enfermos, los hambrientos… como el caso de Moisés, donde el
sufrimiento de su pueblo Israel, esclavo en Egipto por más de 400 años. Se
puede decir que era el impulso del Señor, que le llevó a tomar la gran decisión
de hacer la diferencia y trabajar en favor del reino de Dios; ya que conocía su
realidad, era testimonio viviente de lo que sucedía, era parte de su historia,
y por amor a Dios y a su pueblo decide voluntariamente servir a Dios en medio
de la humanidad. El caso de Juan en contraste con el de Moisés, no es la
acepción, puesto que las condiciones de su pueblo no eran, la más favorable.
b. El
maestro
Juan el bautista, fue llamado, en hebreo rabí, que significa maestro (Juan 3.26), esto representa,
que el pueblo le había facultado, según las exigencias éticas de los hombres y
mujeres que buscaban a Dios en la práctica de la vida, en la justicia, en el amor
y la verdad. Como maestro trata de ayudar a sus discípulos, que no eran un par,
sino incontables. A sus discípulos les enseño a ayunar, según Marcos 2.18, a
orar, según Lucas 11.1, pero sobre todo enseño a ejercer la justicia, en su
gran mensaje sobre el arrepentimiento y bautismo en agua. En Lucas 3.2-14, se
encuentran algunas frases que reflejan su realidad de su tiempo:
“…frutos dignos de arrepentimiento…, el que
tiene dos túnicas, de al que no tiene; y el que tiene que comer haga lo mismo…a
los publicanos les dijo: no exijáis más de lo que esta ordenado… a los soldador
les dijo: No hagáis Extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro
salario”[6].
El justo Juan, no pretendía con su acción en el
mundo, fomentar una jerarquía, como el caso de algunas familias que se habían
apoderado del templo (Juan 18.13) y de otras instituciones del estado, en
compadrazgo con los poderosos, legitimando a los dominantes.
Juan no quería una vida similar, sino nada mas empoderar a sus discípulos por medio de
la enseñanza y la acción de la palabra, desde el Dios de la vida, comprendiendo
que el conocimiento de Dios, trae liberación.
Su lugar de reunión era el mundo (Salmos 24.1-2),
entendiendo que Dios no puede ser limitado en un lugar especifico[7], significa que no estaba a
favor del templo en Jerusalén, con su actitud daba a entender su desaprobación,
su trabajo lo realizaba en el desierto, su alimento dependía de lo que Dios
daba por medio del fruto de la tierra. Pero también Juan enseñaba sin temor, a
denunciar las injusticias de los poderosos.
Además la presentación del mensaje de Juan, incluía
lo que el cristianismo realiza a los convertidos, o a los que han decidido
seguir el camino de Jesús voluntariamente, el bautismo.
c. El
bautismo de Juan
El bautismo palabra griega baptizo, que tiene un
sentido de sumergir, cubrir, rito hebreo y de otras religiones que
representaban la limpieza de las impurezas o pecados por medio del baño con
agua. Como el caso de Naamán[8], el general del ejército sirio
cuando se zambulló en el Jordán para ser sanado de la lepra.
Era conocido que los hebreos realizaban baños de
purificación para realizar las ceremonias establecidas, J. Ratzinger se queda
corto al exponer que el bautismo es el inicio de una vida diferente:
“se trata
realmente de superar la existencia pecaminosa llevada hasta entonces, de
empezar una nueva vida, diferente”[9].
Pero es importante aclarar que el bautismo no tiene
el poder para quitar pecados, ni tampoco es el inicio de una vida diferente, James
Dunn aborda este punto de la siguiente forma:
“el
perdón de los pecados es un producto o un resultado del arrepentimiento… el
bautismo de Juan es la expresión del arrepentimiento que trae como resultado el
perdón de los pecados…Hechos 3.19; 5.31; 10.43; 11.18; 13.38; 26.18”[10].
Además agrega una cita del historiador judío Flavio
Josefo:
“…el bautismo de Juan no era para pedir perdón
por los pecados cometidos, sino para la purificación del cuerpo, cuando el alma
se había purificado previamente con una conducta recta”[11].
Cuando
en el Antiguo Testamento los israelitas se apartaban del arrepentimiento, los
profetas surgían para guiar el camino descarriado:
“… los profetas los
combatían y llamaban al arrepentimiento sin el ritual (por ejemplo Dt.10.16;
Is.15.22; Jer.4.4, 7.3, 4; Ez.18.30, 31; Os.6.6; Am.5.21-24). Porque aun
entonces era evidente que es el arrepentimiento el que recibe el perdón, no el
ritual… pero la intención de Dios era que el ritual y el arrepentimiento se
unieran, que el primero diera expresión vital a este último, y que este diera
significado al primero… el bautismo de Juan era en esencia preparatorio, no
iniciador”[12].
En este sentido el bautismo es la identificación
pública, que su vida es totalmente otra, y que sus ideales no son los mismos
que el mundo vive. Además el bautismo le identifica con una comunidad en
particular, pero sobre todo lo identifica con Dios y el prójimo.
Juan llama al arrepentimiento a sus oyentes, lo
hacía porque la condición del mundo era deplorable: injusticia, desprecio, exclusión,
robo corrupción, opresión… abonando más al conflicto, que los pobres, también vivían
un alejamiento de Dios y por lo tanto deshumanizante, con su mismo hermano, el
pobre.
Desde los pobres surge entonces un movimiento
alterno que se opone a lo establecido, Dios manifestando su presencia, a través
de un hombre llamado Juan.
d. La
muerte de Juan
El
movimiento de Juan, subvierte la visión
de mundo que produce, la pobreza de vida de los
dominantes hacia los dominados y de los dominados hacia ellos mismos.
Este movimiento no dejaba de tener sus opositores, entre ellos estaban, los
religiosos que se habían extraviado del sendero de vida, imponiendo cargas que
ni ellos podían cargar y los gobernantes, que detestaban a los “revoltosos”,
encontrando en ellos síntomas mesiánicos de liberación para el pueblo que
anhelaba la libertad.
Juan como profeta de Dios
no solamente se dedica a enseñar el camino de justicia a su pueblo, sino
también a denunciar la mala práctica de los hombres que sustentaban el poder,
ya que ellos eran considerados como representantes de Dios, gobernando a los
hombres, pero ese gobierno no era muy humano, sus intereses eran personales y
sectoriales, y en ese sentido permitían la corrupción, desde el más grande
hasta el más pequeño, desde el más rico hasta el más pobre. La denuncia de Juan
era fuerte, su temor era Dios, no el hombre.
Juan decía a los
líderes:
“Pero al ver que muchos
fariseos y saduceos llegaban a donde él estaba bautizando, les advirtió:
¡Camada de víboras! ¿Quién es dijo que podrán escapar del castigo que se
acerca?[13]
Al
rey Herodes le dijo “La ley te prohíbe tenerla por esposa”[14]
La acción de Juan le llevo
a ser odiado, no por el pueblo sino por el poderoso. La gente acostumbrada a
dejarse oprimir por el poderoso, al ver que había alguien que se enfrentara a
los poderes temporales, se sentía representado y con mucha más razón examinaban
que Dios no los había olvidado, reconociendo en Juan a un profeta. Pero que
Herodes quería matarle por señalar su pecado, “viviendo con su ilegitima esposa-hermana-sobrina”-[15].
Aunque la Biblia señala un pecado de tipo moral, Juan debió hacer una crítica
económica, como lo hacían los demás profetas del antaño a los reyes:
“excluyendo del
juicio a los débiles, atropellando el derecho de los míseros de mi pueblo,
haciendo de las viudas su botín, y despojando a los huérfanos”[16].
Las intenciones del
malvado ante la injusticia cobra victimas, la sangre inocente corre por las
calles y todo por el miserable placer que corrompe el corazón de los hombres.
Juan es asesinado por
Herodes, le mando a cortar la cabeza, escena dantesca, presentándole a los
poderes temporales la cabeza del “agitador de las masas”, que lo único que
quería era justicia para los más necesitados. Desde ya se puede hacer una idea
del poder diabólico, aunque no es una simple representación de fuerzas
espirituales negativas, sino de hombres malvados que asesinan a los que
estorban a sus intereses.
III.
Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret,
personaje más relevante en los evangelios. Nacido por obra y gracia de Dios en
el ceno de un hogar humilde y religioso, y al igual que Juan el bautista con
sus padres; José y María, sus padres[17], fueron su primera
escuela. Antes y durante la manifestación de Jesús existía un mundo difícil, el
cual María la madre de Jesús describe en el magníficat (el canto de María):
“…Mi alma
glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi salvador, por que sea
dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamaran dichosa todas las
generaciones, por que el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo sea su
nombre! De generación a generación se extiende su misericordia a los que le
temen. Hizo proezas con su brazo; desbarató
las intrigas de los soberbios. De
sus tronos derroco a los poderosos, mientras
que ha exaltado a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los
ricos los despidió con las manos vacías…”[18]
El cántico de María
manifiesta el conflicto que vivían los pobladores, el poderoso o el rico, empobreciendo
más a los pobres. María representa al pueblo sufriente de su época y su anhelo
es que el poderoso salga del país, dejando a su pueblo cosechar y disfrutar el
fruto de su tierra, el fruto de sus manos. Jesús nace en ese mundo vivido y descrito
por su madre.
De la vida temprana de
Jesús se conoce poco, y razón hay, se habla de lo más significativo de su vida,
nacimiento, obra, muerte y resurrección. Temas que se repiten en todos los
evangelios.
Aunque de manera somera
Lucas revela parte de su nacimiento[19], y adolescencia”[20]. Lo importante es que Jesús
no desconocía la realidad que se vivía, no vivía un mundo ficticio, era parte
de la vida con los demás, con su familia, amigos, vecinos y pueblo en general.
Jesús recibió educación como todos los niños de su edad, y Lucas lo confirma:
“Jesús
siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y cada vez mas gozaba del favor de Dios y de toda la
gente”[21]
Jesús tuvo muchos amigos en su infancia, y Juan el
bautista debió ser uno de ellos. Mas detalles de la vida de Jesús, en su
adolescencia, no se encuentran descritos en la Biblia, pero algunos relatos de
su infancia se encuentran en los evangelios apócrifos[22], con una influencia gnóstica.
a. La
gran decisión
Es importante señalar que Jesús debió tener de 30 a
40 años de edad cuando decidió servir al Padre de amanera más pujante en medio
de su pueblo. Aunque los evangelios no lo describen, es muy probable que Jesús
haya meditado su decisión, tomando en consideración su mundo, sus hermanos
israelitas, sus padres, amigos; pero sobre todo, el ejemplo de Juan, un
familiar muy cercano e influyente, que amaba al Eterno y a su pueblo.
Los evangelios presentan a Jesús buscando legitimar
su decisión a la vista de sus hermanos, su vida no estaba condicionada por los
ideales del mundo, caminaba con el Padre, ejerciendo su voluntad. Aunque la
decisión de Jesús no era para que sus conocidos lo alabaran, no buscaba la
alabanza de los demás, si no hacer la voluntad del Padre, que equivale a
obedecer su Palabra. El ejemplo de dependencia a la Palabra lo encontramos en
la tentación de Jesús y su repetida frase “escrito esta”[23]. Jesús debió tomar una
postura más definida, combatiendo el mal con el bien, cuando supo de la captura
de Juan el bautista, por parte de Herodes Antipas. Pero también conocía la
condición de su pueblo que esperaba la redención de Dios.
b. El
maestro
A Jesús de Nazaret le llaman rabí que significa
maestro. Nicodemo un dirigente de los judíos visita a Jesús de noche y lo
identifica como rabí[24], ser maestro en tiempos
de Jesús no era tarea fácil, las comunidades, representaban una estructura
religiosa que se encargaba de enseñar los principios e historia de sus
ancestros, teniendo como baluarte el ejemplo de Moisés el cual recibió la ley,
este se las repartió a los ancianos y los acianos al pueblo y dentro del pueblo
estaban los padres que tenían que enseñar a los pequeños, lo que habían
recibido[25].
Jesús creció en sabiduría[26], esto significa que fue progresando
su conocimiento, y con mucha certeza debió haber tenido un maestro, como era costumbre en su
pueblo, es probable que haya sido el mismo maestro de Juan el bautista, el que
transmitió el conocimiento a Jesús.
Jesús de Nazaret, con mucha conciencia de la
realidad, y considerado por la comunidad como un hombre recto, decide de manera
más palpable salir a la luz, sin vacilar.
De este hecho, la comunidad del Tabernáculo Bíblico Bautista Latinoamericano,
considera que los aspirantes al bautismo, deben ser mayores de edad, porque
tienen mayor compresión de la vida, no se bautizan infantes o pre-adolescentes,
y se considera un rango de edad que puede ser de 15-18 años en adelante, dependiendo
del nivel de comprensión de cada participante.
Jesús no recibió la denuncia de Juan como a los
demás líderes religiosos “víboras”, sino como “cordero de Dios”, sinónimo de inocencia; aunque este nombre que
recibe es un escrito post-pascual, antes no se le reconocía de este modo[27], sino que fue una
reflexión posterior a su muerte. Pero la comunidad y el mismo Juan le conocían,
por eso llegaron a comprenderle de ese modo, pero fue después de los hechos. Jesús
era considerado un maestro, pero no cualquier maestro sino, uno con mucha
sabiduría superior a la de Juan y por lo tanto Jesús debía bautizar a Juan, de
ahí la negación de Juan para bautizarlo, pero es de rescatar la humildad de
Jesús al ser bautizado por Juan. También en la vida de Jesús observamos que,
discípulos de Juan se anexan a la comunidad donde Jesús de Nazaret es el rabí o
maestro[28].
c. Jesús
es bautizado
El bautismo que recibió Jesús, no era para quitar
pecados, sino un acto o rito preparatorio, a la vista de hombres y mujeres de
su pueblo que, legitimaban tal acto. La comunidad estaba de acuerdo que Jesús
diera ese paso, porque su vida o demostraba; anunciando que estaba listo para
desempeñar la obra del Padre con mayor fuerza.
Los evangelios presentan al movimiento de Juan el
bautista, como un movimiento de gran impacto en las comunidades, se
identificaban con Juan y su mensaje, les hablaba en su idioma:
“Acudía a él la gente de Jerusalén, de toda
Judea y de toda la región del Jordán”[29]
La mención de Juan es
importante en los evangelios, para hacer memoria de su intervención en el mundo,
pero también porque las comunidades[30] expresan la presencia de Jesús, como una luz más
intensa que la de Juan.
El rio Jordán lugar donde Jesús fue bautizo, no era
único para el ritual, “Enón”[31], era otra zona, en este
sentido no había exclusividad del lugar para ser bautizado.
A
Jesús lo bautiza Juan, en este sentido es importante mencionar que debe haber
una persona que bautice y que conozca al aspirante al bautismo, de ahí la
importancia de vivir en comunidad.
Además
debe existir una experiencia previa con el Dios de la vida, y ser consciente de
la lucha contra las fuerzas del mal, como lo estuvo Jesús.
d. La
muerte de Jesús
La muerte de Jesús no fue la voluntad de Dios, sino
la acción de hombres malvados que le quitaron la vida (el mundo), la voluntad
de Dios fue la Resurrección de Jesús, ante la injusticia del mundo sobre-sale la justicia de Dios.
El camino que eligen los hombres de Dios no es un camino lleno de fantasías,
es la confrontación con la injusticia que llena el corazón de este mundo. Los
profetas, Juan, Jesús, y todos sus seguidores más comprometidos por la
instauración del reino de Dios en este mundo, tuvieron que pagar un precio, su
vida.
Jesús tomó una postura bien definida en favor de los
débiles, los excluidos, aunque el mensaje llegaba hasta lo más alto en los
estratos sociales, lo que significa que el reino no está lejos de los
poderosos, pero los poderosos tienen que tomar una postura en bien del ser
humano y apartarse de ser esclavos del capital, donde el hombre no es
reconocido por lo que es, sino que se vuelve un utensilio para los intereses de
los más pudientes.
Conclusión:
El cristiano de hoy debe estar muy consciente de las
injusticias que día a día acontecen en nuestro tiempo, desde lo más básico, la
familia, hasta lo más complejo, los poderes establecidos, como la religión, el
poder político, el crimen organizado, la corrupción, la deshumanización…
El bautismo en resumen es el acto que me certifica
ante mi comunidad, que soy una persona que ama a Dios y al prójimo, que le
sirvo a Dios no por la fuerza sino por amor. Que tenemos mucho por hacer en
este mundo que espera que surjan hombre y mujeres de verdad. Que nuestra vida
no nos pertenece sino a uno solo, Dios.
La injusticia es nuestra enemiga, la justicia es
nuestra senda a recorrer, el amor y la verdad.
Bibliografía:
Biblia Jerusalén 1998
Biblia Nueva Versión
Internacional 1999
Biblia Reina y Valera 1960
Franz Fannon, (1963). Los condenados de la tierra.
Mexico, D.F.: Fondo de Cultura Economica.
Joseph Ratzinger, (2007). Jesus de Nazaret.
Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana.
James Dunn (1977). El bautismo del Espiritu Santo.
Buenos Aires, Argentina: METHOPRESS.
Marcelino Leguido, (1986). Fraternidad en el
mundo, un estudio de eclesiologia paulina. Salamanca, España: EDICIONES
SIGUEME, S.A.
Richard Horsley-Neil Asher Silverman (2005). La
revolucioin del Reino, como Jesus y Pablo trasformaron el mundo antiguo.
España: Sal Terrae.
[1] Leguido, M. (1986). Fraternidad en el mundo, un
estudio de eclesiologia paulina. Salamanca, España: EDICIONES SIGUEME, S.A.
p.20
[3] Los
medios ilegales son altamente conocidos en la historia como: la confiscación de
las tierras a los nativos por el extranjero, que busca la explotación
industrial de estas, a diferencia de los nativos que trabajaban las tierras
para el sustento de sus familias, pero cuando las tierras no estaban en su
poder, estos caían en la desgracia, en la pobreza, quedando a merced del
explotador.
[4] Las
visitas inesperadas de aquellas familias son parecidas a las visitas que en
Latinoamérica y en especial en El Salvador, a los pobres no les interesa el
tiempo como en las “sociedades del primer mundo”, que todo lo programan según
su agenda y regularmente no tienen tiempo para relacionarse con sus parientes.
[7] El
mensaje del bautista refleja un mensaje anti-templo, su presencia en el
desierto testifica este hecho.
[8] 2 Reyes 5.10-14
[12] Ibid.p.23
[13] Texto
bíblico tomado de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional 1999 por la
Sociedad Bíblica Internacional. Mateo
3.7
[14] Biblia Nueva Versión Internacional
Mateo 14.4
[15] Horsley, R. A. (2005). La revolucioin del Reino,
como Jesus y Pablo trasformaron el mundo antiguo. España: Sal Terrae. p.44, Mateo 14.5-12
[17] Biblia Nueva Versión Internacional,
Lucas 2.23-24. En estos textos se reconoce el sector de procedencia de Jesús,
los pobres, la ofrenda de tórtolas o palominos era la ofrenda de los pobres,
según Levítico 12.6-8
[19] Lucas 2.7
[20] Lucas 2.41-47
[22] Buscar más detalles al respecto, en
el libro de Aurelio de Santos Otero “Los Evangelios Apócrifos, estudios
introductorios y versión de los textos originales”. Biblioteca de Autores
Cristianos, 2005
[23] Mateo 4.1-11
[24] Juan
3.1,2
[25] Deuteronomio 11.19
[26] Lucas 2.52
[27] “varón profeta” Lucas 24.19; “rabí o
maestro” Juan 3.2; “justo” Mateo 27.19; “hijo de Dios” Lucas 1.32…
[29] Biblia Nueva Versión Internacional,
Mateo 3.5
[30] Mateo, Marcos, Lucas y Juan
[31] Juan
3.23
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