El funcionario real
Juan 4.46-53
“...Había un funcionario real, cuyo hijo estaba
enfermo en Capernaum. Cuando este hombre se entero de que Jesús había llegado
de Judea a Galilea, fue a su encuentro
y le suplico que bajara a sanar a su
hijo, pues estaba a punto de morir…”[1].
Galilea,
una región que comprendía varias ciudades como: Corazin, Cafarnaúm, Cana,
Tariquea (Magdala), Seforis, Tiberiades y Nazaret, entre otros, era gobernada
por Herodes Antipas, fue herencia de su padre Herodes el Grande, después de la
muerte de este en el año 4 AEC. Galilea considerada como una zona fértil, el mar
de Galilea, que proporcionaba abundante producción de agua dulce y peces, pero
carentes de ciudades modernas, agregando que la gente de Galilea se había
ganado la reputación de ser personas carentes de cultura, que tomaban a mal las
intromisiones de los extranjeros, estos habitantes estaban acostumbrados a la
guerra. [2] `
Los
cambios efectuados por Herodes Antipas en la vida agrícola de los nativos
representaban para estos, grandes amenazas a su estilo de vida: cultural,
económica y social. Ante la maquinaria del gobernante y su visión de expansión
y acaparamiento de los recursos, surgen personajes que le ayuden a sustentar
sus planes, conocidos hoy día como los ministros del presidente. Estos
funcionarios se destacan por que representan al “soberano”, al poderoso y por
lo tanto ellos se constituyen en poderosos ante el pueblo. Su posición les daba
autoridad sobre los súbditos, poseían influencia sobre los comerciantes, los ricos…
eran parte de la estructura de poder que existía en aquel tiempo.
Una
de las realidades que se encuentran en la Biblia es que los nativos colaboraron
con el gobierno de aquel entonces para ayudarles a gobernar, un caso especial
es Nicodemo que era jefe de los recaudadores de impuestos, pero también
existían mujeres que eran esposas de gobernantes, y algunos hombres conocidos
como cripto cristianos o cristianos ocultos, como el pudiente José de Arimatea
que solicito el cuerpo de Jesús, para darle una digna sepultura.
La
comunidad de Jesús era todo un pensamiento y acciones que despertaron la
curiosidad de los grandes y poderosos, políticos y religiosos, aunque los
religiosos son políticos desde su desenvolvimiento como religiosos, ya que
estos mantienen a las personas en una situación alejada de la realidad, cosa
que le interesan a los gobernantes, desde allí que muchos religiosos tienen una
inclinación política favoreciendo a los que sustentan el poder.
En cambio a Jesús se le ve
no de cerca con los poderosos, para ganar “prestigio” o “fama” para con los
hombres. Jesús de Nazaret, tiene una opción preferencial por los pobres, por
los más des-favorecidos del mundo. No lo vemos en los palacios de reyes ni
mucho menos en el templo de Jerusalén oficiando algún ritual religioso. En las
afueras del templo lo encontramos –enseñando la Palabra- una de sus expresiones
importante es “y conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. Jesús sabia
que la Palabra de Dios debe estar a favor de los más des-afortunados haciendo
conciencia sobre la realidad, ya que el Eterno, no es solamente espiritualidad,
sino también que la espiritualidad que Jesús enseñó trasciende a la
materialidad, como el caso de Israel en Egipto, Dios se hiso manifiesto cuando
los sacó con mano poderosa, la espiritualidad tiene que ver con lo material del
hombre, sino toma en consideración lo material, la enseñanza del evangelio es
una falsedad, el ejemplo máximo es el mismo Jesús sanando enfermos, devolviendo
la vista al ciego, levantando al paralitico, expulsando a los posesos… si se
niega la realidad material de la vida es negar al mismo Jesús actuando en el
mundo.
El caso del funcionario
romano es importante, podemos decir que este funcionario tenía cierta relación
con el pueblo de Israel o era descendiente de este, como los casos antes
mencionados. Jesús no tenía las puertas cerradas para las personas poderosas,
como muchas veces se ha manifestado; pero su distancia hacia ellos nos refleja
su visión de mundo. No vemos a Jesús en busca de los poderosos, pero tampoco la
salvación está cerrada a estos.
Lo importante del mensaje
que el evangelio presenta es que el poderoso, el representante del poder
temporal, deja el poder para tener contacto con Jesús. La necesidad que todo
hombre vive en la vida no es ajena a los más poderosos, también son hombres
comunes y corrientes que se lastiman, se enferman y mueren. Ante esa realidad, Jesús
es muy sensible, sensible a la vida, por lo tanto, vemos en el funcionario
real, una aptitud de humildad, de bajarse a la altura de los pobres, dejando su
status, todo por amor a su hijo, el funcionario se vuelve como un pobre,
suplica a Jesús por un favor, como
muchas veces el poderoso recibe peticiones de los pobres.
El funcionario da un giro
a su visión de mundo, donde debe estar al servicio de los más des-favorecidos y
no a favor de los más pudientes, haciendo justicia. El funcionario representa a
Dios en la tierra, para llevar esperanza y gozo a la humanidad. La noticia de
Jesús para el funcionario -vuelve a tu casa, tu hijo vive- debe ser la respuesta
para los seres humanos. La conversión del funcionario esta testificada por el
consejo y la acción favorable, no es solamente espiritual sino también por la
sanidad del hijo, trascendiendo a lo material.
El encuentro de los
poderosos con Jesús no es una mera presentación en el “templo”, sino llevar a
cabo el ideal de Dios en medio de los seres humanos, la grandeza del poderoso
no debe ser la visión de mundo, sino la visión de Dios, en favor de los que
imploran por justicia pronta y cumplida.
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