lunes, 29 de octubre de 2012

un camino conocido pero no practicado


Un camino conocido pero no practicado

La característica común de personajes como Mahatma Gandhi, Martín Luther King, Dietrich Bonhoeffer, Nelson Mandela y en especial Jesus de Nazaret, presentan una lucha contra la injusticia.

Como salvadoreños hemos tenido conflictos históricos y hemos sufrido, y todo tienen que ver con el odio del hermano contra el hermano, donde el fruto es el derramamiento de sangre, miles de los nuestros, ofrendaron sus vidas en nuestras calles y lo curioso es que la sangre no deja de correr. ¿Fue la coyuntura lo que generó la lucha armada o fue el corazón malvado del hombre contra el hombre? Porque el odio del hombre contra el hombre sigue y con mucha intensidad. En las Escrituras Santiago nos dice:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”  (Santiago 4:1), cientos de años atrás este personaje hacía una descripción de la problemática que vive el hombre. 

A diferencia de nuestro pueblo que trataron de “cambiar” las injusticias por medio de la fuerza, los personajes mencionados probaron con la fuerza del amor, no es un amor como lo ha desfigurado Hollywood, donde es más romantico que otra cosa, el amor o el valor hacia la vida que mostraron, hizo que estos lucharan a favor de ella (la vida), su modelo en contra del sistema establesido, por medio del protestas pacificas, mostraban un amor en acción, acción no violenta, ese amor no es ciego ante la injusticia, conoce su realidad que afecta a sus hermanos y pelea por el bien de todos. Aunque la mayoría de ellos estaban concientes que sus vidas corrian peligro; pero es la exigencia del amor, una entrega total.

Hoy vivimos un nuevo tiempo donde no ignoramos la realidad que vivimos, porque la vida es sagrada y debemos de exigirnos como nueva generación: negarnos a colaborar con el mal, por muy pequeña que sea nuestra participación, somos complices. No debemos participar con los que matan, desprecian, excluyen al ser humano.

 Pienso que todos somos hermanos, “porque todos vivimos en esta casa, la tierra, el techo es el enorme cielo”.

En lo religioso se respira un aire de odio, la mayoría de los líderes dice poseer la verdad, y los que no estan con ellos, son los enemigos, los “paganos”, los “hijos del Diablo”o los “herejes”; pero no reconocemos que luchamos contra nuestro hermano, y lo que sucede es un querer tener más que el otro, tener más miembros, pensamos que el tener más, Dios estará más con nosotros y la paradoja es que Jesús nunca pensó con megas congregaciones, su ministerio inició con doce y que estos en el caminar de la vida hicieran discípulos. El Mismo Jesús corrigió a uno de sus apóstoles, cuando le dijo que había uno que echaba fuera demonios en su nombre Lucas 9.49-50, ¿porque nosotros odiamos a los que sirven en el nombre de Jesús simplemente porque no están con nosotros? Dios no quiere eso para nuestro pueblo, sino que practiquemos justicia y la unidad entre los unos con los otros.
Lo que el hombre debe odiar es el soborno, el desprecio, la deshonestidad, entre otros.

El esfuerzo de nuestras vidas debe centrarse en hacer siempre el bien a nosotros mismos y a nuestros semejantes, nunca jamás lo contrario, nuestras fuerzas no deben desperdiciarse, en los deseos o paciones que pueden perder a cualquiera (las drogas, sexo, malas amistades…).

Pelea ferozmente ante los deseos que nos carcomen, practica la justicia, no mientas, no robes, no engañes, no extorsiones, no maltrates a tu prójimo respétalos, no pierdas tu tiempo en asuntos que no tienen valor, da tu tiempo a lo que realmente tiene valor y te ayudará en la vida.

Practica la lectura de Buenos libros, uno de los mejores es la Biblia, encontrarás la experiencia de muchos autores que describen sus vivencias con las personas y con el Ser que les guiaba, los judios le llaman El Eterno, otros yaveh, Jehová, El Todopoderoso… en el Nuevo Testamento encontraremos la vida, obra, muerte y resurrección de Jesús y sus seguidores; como el apostol Pablo, Santiago, Juan…

Practica la justicia, se un buen hombre y una buena mujer, con tus hijos, esposa o esposo. El ser bueno no se mide deacuerdo a las poseciones terrenales que uno posea sino por tus buenas acciones. No te avergüences si en el caminar no podemos llenar nuestras propias espectativas; lo importante de esto es dar siempre lo mejor de nuestro ser. Como dijo Gandhi “plenitud de esfuerzo es plenitud de victoria”. Unamonos con los que pelean o luchan por un mundo mejor, uno sólo difícilmente puede generar cambios, la unidad de un pueblo puede hacer mucho más.

Nunca te olvides de Dios soberano, un Dios que ama la vida, da el aire, el agua, su sol para buenos y malos y defiende al necesitado, y espera que el hombre y la mujer sigan sus huellas, muchos  religiosos le  dejan todo a Dios; pero su palabra es una instrucción para que el hombre accione, que lleve el consejo de Dios a una praxis o practica; pero esta practica tiene que ver con el hacer el bien a los hombres, especialmente a los más desafortunados, hemos cuestionado a los politicos de no hacer nada por el “pueblo”;pero con que cara los seguidores de Jesús reclamamos si los que debemos de dar el ejemplo somos los religiosos:

Isaías 1:17 “¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!”

Cuando busquemos hacer justicia, que tanta falta nos hace, cosecharemos el deseado fruto:

Isaías 32:17 “Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre”.

·         Vive la vida de la mejor manera, pero tienes que saber que de todo daremos cuenta. Eclesiastés 11.9-10


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