
En la Biblia
encontramos un mensaje que debe ayudarnos a construir un mundo mejor
Génesis
2:4-7
“Estos son los orígenes
de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová
Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que
fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese;
porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre
para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor,
el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre
del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y
fue el hombre un ser viviente”.
El uso de
expresiones de los cuatro versículos que el libro de los orígenes utilizan son
claras referencias, de lo que es más importante para el dador de la vida: en
diez ocasiones se menciona tierra (aunque dos veces menciona campo y polvo, lo
que se intuye que es tierra), y en cuatro ocasiones menciona al hombre dejando
ver la importancia para los escritores de este texto y la importancia que Dios
le da a su creación.
La gran
confusión de los religiosos, que a su vez trasmiten a las grandes mayorías[1],
que “Dios, el Dios de la vida”, se encuentra en las paredes de la mal llamada “iglesia”.
Todos los hombres, mujeres, niños, niñas,
ancianos y ancianas reunidos en el local constituimos la iglesia, sin
hermanos no podemos llamarle iglesia, congregación, asamblea... No existe
iglesia sin hermanos. No podemos llamar iglesia a la infraestructura, al cajón,
a las paredes, ventanas… sin hermanos no hay iglesia. Pero el gran error de los
líderes religiosos está en divinizar los objetos “sagrados”, aun la Biblia se
convierte en objeto sagrado, por lo tanto no podemos conocer su contenido, (ni
mucho menos realizar una crítica constructiva).
La
reducción de Dios está en convertirlo en el intocable, en el invisible que
consagra lo que entendemos por sagrado, aunque son los hombres los que definen
que es lo sagrado y que es lo profano.
La
palabra revelación, tiene que ver con lo que Dios ha revelado o descubierto, y
en su Palabra hallamos esa revelación. En el libro del Génesis nos encontramos
con la palabra “creación” del hebreo bará, que según los judíos significa:
crear de la nada. En este sentido el principio, inició con Dios; pero surge la
pregunta ¿Qué creó? La palabra creación describe dos importantes partes: en
primer lugar: La materia o la naturaleza que constituye todo el universo, por
supuesto que el planeta tierra es parte de su creación, en ella encontramos los
cielos, el mar, la tierra y todo lo que habita en ella. Y como segundo
elemento, según el génesis, de la tierra sale el hombre[2],
a este se le considera como el que debe cuidar de ella, porque de la tierra ha
sido sacado y ella le dará sustento (Génesis 2.15).
En la figura
podemos apreciar la dependencia del hombre de la naturaleza, de la tierra. La
creación-tierra, el hombre y la mujer, es lo más importante para Dios. Lo
interesante de esto es, que el hombre no puede vivir sin la naturaleza[3],
sin la naturaleza el hombre muere, en cambio la naturaleza puede vivir sin el
hombre.
Este
binomio inseparable: naturaleza-hombre es lo que revela a Dios, es lo sagrado
para el Eterno. Pero ¿desde cuándo la creación y el ser humano dejaron de ser
importante para el hombre?
El
hombre por ser creación tiene la inclinación de dominar a los demás, busca el
poder y lo busca a través de los medios existentes: fuerza, alimento,
conocimiento o intelecto, egolatría, dinero o capital, medios de producción,
gobierno, leyes, armas…
Los
seres humanos hemos dejado de darle valor, a lo que Dios ha dado valor. Aunque
lo que Dios valora existe en la actualidad, pero que no tiene importancia y
además el hombre la destruye. ¿Por qué el ser humano en la actualidad no
reconoce lo que realmente tiene valor y le da más valor a lo que no tiene
valor?
Un
ejemplo práctico de la vida en la actualidad:
Domingo 29 de septiembre del
2013, alrededor de las 3:00pm, con un clima fresco sentado en una de las bancas
del parque San Martín, escribiendo un poco, escuchaba la conversación de dos
señoras vendedoras con carritos para bebes, los cuales los habían modificado
para poder colocar sus productos, tenían pan dulce, café, cigarros, dulces…
pues una de ellas le contaba en vos alta,
“Pues
vieras niña[4]
que ayer en el bus en el que iba, lo asaltaron. Los ladrones pidieron todas las
pertenencias y yo tenía un celular bien
chivo de esos caros, el ladrón estaba al lado mío y no pude esconderme el
celular vos”… en eso la otra le dice “en ese mismo bus iba yo también, yo no
fui bruta, mi celular lo estoy pagando y también es caro, por eso yo me lo metí
en la nalga, para que no me lo robaran”… la otra “yo voy a ver cómo le hago
para conseguir otro celular, está jodido hoy con los ladrones, salú pues”
En El Salvador
las empresas transnacionales, con una mentalidad perversa, hombres con una mente
de conquista del mundo, ven a las mayorías como máquinas de producción.
Son estos que
con diabólica ambición del poder, saturan los medios de comunicación la mente
de los más pobres[5],
los que no alcanzan a ver que detrás de la propaganda está el manipulador de
las cuerdas de la marioneta, los que están arriba someten a los de abajo
arrastrando a muchos intelectuales y esto por la generación de la mal llamada
“necesidad”. Los hombres no tienen salida se encuentran enjaulados en un mundo
dominado por las ideas. Las mayorías de las guerras surgen por un conflicto de
ideas. Ideas nefastas para la convivencia de la humanidad, generando más
muertes. Las estadísticas de las muertes de mujeres y hombres son alarmantes,
especialmente entre los países de El Salvador, Honduras y Guatemala, llamados
el triángulo de la muerte.
Las ideas
malvadas que el mundo siembra en el ser de los seres humanos, pueden combatiese,
como el ejemplo de un humilde carpintero de un pueblo llamado Nazaret, su
nombre Jesús, su acción en el mundo tenía que ver con un mensaje “liberador”,
liberador de las ideas y de las malas acciones, que contaminan el ser de las
mujeres y los hombres. A Jesús vivir la vida de acuerdo a la Palabra, le llevó
a tener enemigos, enemigos que eran los que sustentaban el poder, tanto
religioso como político, su crítica estaba en el verdadero valor que debe tener
la vida:
NVI-Mateo 6.25-33
»Por eso les
digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por
su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No
tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Fíjense en
las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros;
sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más
que ellas?
¿Quién de
ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su
vida?» ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del
campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con
todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba
que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por
ustedes, gente de poca fe?
Así que no se
preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos
vestiremos?” Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre
celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Las palabras
de Jesús son muy importantes ya que se cree que fue un pacifista, aunque su
mensaje no lleva una forma violenta, si presenta una resistencia contra las
ideas que permean a los hombres, especialmente en lo que agrada al mundo “los
paganos andan tras estas cosas” Jesús hablaba sobre lo que hoy día nos quita el
sueño: comer, beber, vestir y acaparar (almacenar en graneros), Jesús como
campesino espera la bendición de Dios, el fruto de la tierra, parece ser que el
lujo, los manjares los ahorros han permeado el corazón de los hombres y le ha
dado prioridad invalidando lo que realmente tiene valor: la vida
(naturaleza-ser humano).
El caso del
Nuevo Testamento se puede resumir en la superación del Antiguo Testamento donde
Israel interpretó al Eterno de forma errada, aunque de forma aislada, existía
una denuncia desde abajo, desde el pobre (profeta) un solo ejemplo basta:
NVI-Isaías 1:17
“aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado,
haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”.
Este texto sea
interpretado de forma general, entendiendo que los pobres deben hacer lo que el
profeta expresa; pero tiene que ver con el rey, los ministros del rey, los
comerciantes, líderes religiosos que se habían separado del Dios de la vida,
esto lo confirma el versículo siguiente:
NVI-Isaías 1:23
“Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el
soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a
ellos la causa de la viuda”.
Pero la
superación del Antiguo Testamento se basa en la vida y ministerio de Jesús, ya
que es el cumplimiento del mensaje de Dios, él no solamente realizó una denuncia sino que su ministerio fue
dinámico, acción ante la necesidad del otro (prójimo). Posiblemente sea la
transmisión de los justos que lo antecedieron y que por tradición oral fue
transmitida a sus parientes y estos a él.
Jesús era un
revolucionario, presentaba su resistencia en su vivir, en sus enseñanzas,
estaba en contra de la muerte. La pascua no la celebraba con carne de cordero[6], sino
con el fruto de la tierra-creación (pan y vino), y lo celebraba con sus
discípulos y discípulas, revalorizando, lo que Dios dio valor.
Jesús recupera
lo perdido, lo que el Antiguo Testamento había ocultado, los que sustentaban el
poder religioso enseñaron la avaricia como símbolo del rompimiento de la
enseñanza de Dios para la humanidad. Los judíos crearon una forma de gobernar y
someter a la humanidad, a los suyos llamó hijos de Dios y a las otras naciones
“gentiles” no aceptándolos como parte de ellos, sino como esclavos, esto condujo
a Israel a la arrogancia, creyéndose superiores a los demás.
La Biblia es
clara en señalar que toda la raza humana tiene un tronco en común: Adán y Eva
nuestros primeros padres. Y como los primeros padres se apartaron de los
designios de Dios (incluyendo a Israel). Dios que no tiene dueño, se le antojó,
por cuanto es soberano, levantar al postrer Adán, llamado Jesús de Nazaret, con
él crea a un nuevo pueblo que no distingue entre judío ni griego, esclavo o
libre, hombre o mujer (Gálatas 3.28) sino uno en Jesús. Acertando y viviendo, lo
que Dios al principio dio prioridad, a su creación (naturaleza-ser humano).
Todos somos uno en Cristo así como Jesús fue uno con el Padre, así sus hijos
seremos uno en Él.
En pocas
palabras encontramos a Dios en la creación: en la naturaleza, en el ser humano,
no que Dios sea la naturaleza o el hombre, sino que Dios se revela en ellos.
Los seres
humanos siendo desviados por mentalidades mezquinas con intereses personales,
siguen el camino del egoísmo, creyéndose superior a los demás, invalidando sus
derechos como seres vivos, pisotean a Dios en su hermano, su creación.
El bien y el mal
La visión
degradante del hombre presenta una guerra entre el bien y el mal, concepción
diabólica que sataniza al ser humano, según dónde el hombre se encuentre, así
señala al otro como el enemigo (Satanás), los medios de comunicación trasladan la imagen mental del personaje
mítico conocido como luz bel, el cual es el malo. La mayoría de las cadenas de
televisión, cine… presentan programas, películas… donde existe una lucha del
bien contra el mal, Dios contra el diablo, los ángeles contra los demonios;
pero en la realidad, se vive una guerra del hombre contra el hombre, hermano
contra hermano, y los que esperan quedarse con el botín después de la masacre,
son los buitres, aves de rapiña que inyectan las diabólicas ideas que sangran a
nuestros pueblos, a nuestros hermanos.
Venden drogas,
abren las fronteras de los países para vender la droga, venden armas generando
conflictos internos, crean un desorden para después crear orden, pero ese orden
tiene un precio, la sangre de nuestros hermanos y hermanas.
La sagacidad de
los hombres de hoy está en descubrir la verdad de toda la mentira que nos
rodea, conocer la realidad que nos gobierna, para tener claridad de las cosas
que suceden y presentar resistencia, trabajando por el bien de nuestros
hermanos, la humanidad, especialmente los olvidados, por los débiles. Jesús
dijo y “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. La ceguera de los más
poderosos es grande, andan en oscuridad, no tienen luz, no tienen a Dios, creen
estar en la luz, ya que satanás el padre de la mentira les ha hecho creer que
“están en su derecho”, derecho a matar, matar la creación de Dios, al hombre a
la naturaleza, y en consecuencia matan a Dios. Dios es el dador de vida.
Muchas personas
ven en el otro al enemigo no al hermano.
En una ocasión
sirviendo a los indigentes y tratándolos como hermanos, salió uno y dijo: “yo
no tengo hermanos”, luego le dije: si tiene sangre verde no eres mi hermano”,
luego sonrió.
La idea que los
poderosos ponen en la mente de las grandes mayorías son variadas, pero todas ellas tienen la
intención de atrofiar el mensaje de Dios para la humanidad.
El dinero/oro/petróleo
Las ideas con
relación al dinero, divide a nuestros hermanos, decía uno de nuestros
pensadores en la historia de El Salvador, Alberto Masferrer “dinero maldito”.
Franz
Hinkelammert, aporta algo importante para nuestro interés:
“…con la aparición del dinero se interpreta, a partir de las
relaciones mercantiles, el propio destino humano…”[7]
El destino del
hombre es la esclavitud, la muerte ya que el valor de la vida no está radicado
en el hombre-naturaleza sino en el dinero, es el dinero quien dirige a la
sociedad, pero detrás del dinero está el codicioso, hombres con mentalidad
perversa.
Hinkelammert
añade:
“…el dinero es
el punto de partida del capital…”[8]
El dinero es
una cosa que no tiene vida, el problema radica en que el hombre le da vida a lo
que no tiene vida, lo perverso de esto es que, la cosa “el dinero”, resucita de
los muertos, el hombre le da vida, y el ser humano pasa del lugar que Dios le
ha dado, a ser una cosa, el dinero maneja a los hombres. El hombre no tiene el
valor que Dios le ha dado, sino el valor que el hombre le ha dado, sabiduría
que es terrenal, animal y diabólica.
Según el
sistema económico en el que vive la humanidad, el hombre no puede vivir sin
dinero, pero eso es un error, la naturaleza nos da de comer[9] y si la
naturaleza muere, ¿nos comeremos el dinero?, en consecuencia, tenemos que darle
valor a la naturaleza, para que la idea del dinero no sea el fin en nuestra
vida.
Y la Biblia nos
recuerda:
RV60-1Timoteo 6:10
“porque raíz de
todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.
Algunos líderes
religiosos hemos atacado a los pobres con este texto sobre el amor al dinero,
pero la realidad es que el pobre no es avaro con el dinero, ya que no lo tiene,
apuras penas le alcanza, al final del mes tiene que prestar, manda a sus hijos
al vecino, a pedirle prestado para el sustento de la hora, difícilmente el texto habla del pobre, pienso que son
otros actores en la sociedad.
Los poderosos
tienen su fe en el dinero, la creación no tiene sentido para este, aunque sin la
creación no puede vivir. Se vuelve ciego y sordo, esta poseído por Mammom el
dios dinero, aunque llega un momento donde él mismo se cree dios. El hombre que
se conduce por ese sendero es un hombre que ha perdido su humanidad, sea
convertido en un animal, en una bestia que no entiende la vida, sino tiene el “poder”.
Los poderosos
han perdido el sendero y Jesús añadió esta tremenda enseñanza:
RV60-Lucas 12:15
“Mirad, y
guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en
la abundancia de los bienes que posee”.
El mensaje del
evangelio es un mensaje poderoso, aunque no es un poder como el del mundo, el
evangelio rompe con el dominio del hombre sobre el ser humano, el evangelio
tiene que ver con la buena nueva, con el reino de Dios, en el cual se
encuentra: el amor, la justicia y la verdad.
Conclusión
Jesús vivió en
un mundo lleno de injusticia, como lo vive cada ser humano en su tiempo,
siempre existen hombres que ven al otro como un medio y no como un fin.
Parece ser que
ser cristiano no tiene valor alguno, digo, sin las implicaciones que los
primeros seguidores de Jesús tuvieron con Dios y con los seres humanos.
Predicar un mensaje radical como que no va con la moda de hoy, prefiriendo un
mensaje sin compromiso, especialmente cuando se trata de negarme a mí mismo.
Pero las
palabras de Jesús se inmortalizaron, nadie las puede negar, cuando dijo:
RV60-Marcos
8.34
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame”.
El seguimiento
a Jesús implica, caminar con él, hasta el fin.
La creación y
el ser humano necesitan de sabios y entendidos, de los nacidos de nuevo,
sujetos al Dios de la vida.
La creación
debe ser importante para el cristiano, tanto su naturaleza (tierra), como el ser humano. Desde aquí
podemos comprender algunas culturas autóctonas, que ejercen resistencia ante
los invasores. Aman su tierra y a sus hermanos, asunto que los cristianos hemos
olvidado; pero con este breve escrito, la tierra y nuestros hermanos deben
tener sentido para nosotros.
Dios crea, el hombre des-crea,
Dios baja para estar cerca de los hombres, el hombre sube para estar lejos de
los hombres. Todo radica en las ideas, ideas que matan. Los cristianos debemos
presenta resistencia rechazando las ideas del mundo y muchas veces estas ideas
se viven en lo religioso, excluyendo como Israel llamando a nuestros hermanos
“gentiles”, es estas latitudes les llamamos “mundanos o herejes”, cuando
realmente son nuestros hermanos, y muchos con pensamientos diversos, cuestión
que no destruye la hermandad, la misma naturaleza vive en armonía con el cosmos,
con su riqueza, con su diversidad, solo al hombre le hace falta conocer a Dios,
convertirse a él.
[1] La religión de El Salvador (evangélicos protestantes)
tienen como modelo interpretativo de las Escrituras, “el fundamentalismo”,
procedente de los Estados Unidos de norte América. De esta visión, que no tiene
más de 100 años de haber sido creada, se alimenta nuestra paupérrima teología.
[2] Esta posición de la creación del ser humano a partir de
la tierra, no es única del pueblo hebreo, también nuestros antepasados
precolombinos especialmente los que se radicaron en Centro América, describen
al hombre siendo formado del fruto de la tierra (El Popol Vuh, Las antiguas
historias del quiché)
[3] El hombre con mentalidad “progresista”, destruye la
creación de Dios, que es la que nos sostiene con vida, la tala de árboles, la
construcción de viviendas a grandes escalas sin considerar la biodiversidad de
vida que existe en los lugares que destruyen para “construir”. La contaminación
de los ríos por parte de las grandes empresas nacionales y transnacionales.
Empobreciendo aún más lo que Dios le ha regalado al hombre.
[4] Expresión salvadoreña que no necesariamente sea una niña
de menos edad, sino que expresa a una persona de mayor edad.
[5] Regularmente pobre intelectual
[6] La muerte del cordero era parte del ritual, en memoria
de la liberación de Israel de Egipto, el animal era preparado cuidadosamente ya
que existían requisitos algunos eran, que no debía tener defectos, para que
fuese una exente ofrenda, al Dios de la vida. Pero Jesús no celebró con
cordero, aunque tenía las posibilidades económicas para comprar uno, ante eso
celebraba la pascua con pan y vino.
[7] Hinkelammert, Franz. Las Armas Ideológicas de la Muerte. San
José-Costa Rica: Departamento Ecumenico de Investigaciones DEI, 1981.P. 28
[8] Ibíd. Op., Cit. P.33
[9]
El que hace posible con su
trabajo en la tierra, es el campesino, hace posible que en cada mesa haya
alimento, el pan, las tortillas, los frijoles, el arroz (alimento básico para
las familias salvadoreñas); pero existe una contradicción o injusticia en la
sociedad, el campesino no recibe una buena remuneración, por su gran esfuerzo
en la tierra, sino el que está tras un escritorio.
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