viernes, 4 de octubre de 2013

Dios y su des-creación


               



En la Biblia encontramos un mensaje que debe ayudarnos a construir un mundo mejor
Génesis 2:4-7 
“Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”.

El uso de expresiones de los cuatro versículos que el libro de los orígenes utilizan son claras referencias, de lo que es más importante para el dador de la vida: en diez ocasiones se menciona tierra (aunque dos veces menciona campo y polvo, lo que se intuye que es tierra), y en cuatro ocasiones menciona al hombre dejando ver la importancia para los escritores de este texto y la importancia que Dios le da a su creación.
La gran confusión de los religiosos, que a su vez trasmiten a las grandes mayorías[1], que “Dios, el Dios de la vida”, se encuentra en las paredes de la mal llamada “iglesia”. Todos los hombres, mujeres, niños, niñas,  ancianos y ancianas reunidos en el local constituimos la iglesia, sin hermanos no podemos llamarle iglesia, congregación, asamblea... No existe iglesia sin hermanos. No podemos llamar iglesia a la infraestructura, al cajón, a las paredes, ventanas… sin hermanos no hay iglesia. Pero el gran error de los líderes religiosos está en divinizar los objetos “sagrados”, aun la Biblia se convierte en objeto sagrado, por lo tanto no podemos conocer su contenido, (ni mucho menos realizar una crítica constructiva).

                La reducción de Dios está en convertirlo en el intocable, en el invisible que consagra lo que entendemos por sagrado, aunque son los hombres los que definen que es lo sagrado y que es lo profano.

                La palabra revelación, tiene que ver con lo que Dios ha revelado o descubierto, y en su Palabra hallamos esa revelación. En el libro del Génesis nos encontramos con la palabra “creación” del hebreo bará, que según los judíos significa: crear de la nada. En este sentido el principio, inició con Dios; pero surge la pregunta ¿Qué creó? La palabra creación describe dos importantes partes: en primer lugar: La materia o la naturaleza que constituye todo el universo, por supuesto que el planeta tierra es parte de su creación, en ella encontramos los cielos, el mar, la tierra y todo lo que habita en ella. Y como segundo elemento, según el génesis, de la tierra sale el hombre[2], a este se le considera como el que debe cuidar de ella, porque de la tierra ha sido sacado y ella le dará sustento (Génesis 2.15).




En la figura podemos apreciar la dependencia del hombre de la naturaleza, de la tierra. La creación-tierra, el hombre y la mujer, es lo más importante para Dios. Lo interesante de esto es, que el hombre no puede vivir sin la naturaleza[3], sin la naturaleza el hombre muere, en cambio la naturaleza puede vivir sin el hombre.
                Este binomio inseparable: naturaleza-hombre es lo que revela a Dios, es lo sagrado para el Eterno. Pero ¿desde cuándo la creación y el ser humano dejaron de ser importante para el hombre?
                El hombre por ser creación tiene la inclinación de dominar a los demás, busca el poder y lo busca a través de los medios existentes: fuerza, alimento, conocimiento o intelecto, egolatría, dinero o capital, medios de producción, gobierno, leyes, armas…
                Los seres humanos hemos dejado de darle valor, a lo que Dios ha dado valor. Aunque lo que Dios valora existe en la actualidad, pero que no tiene importancia y además el hombre la destruye. ¿Por qué el ser humano en la actualidad no reconoce lo que realmente tiene valor y le da más valor a lo que no tiene valor?

                Un ejemplo práctico de la vida en la actualidad:
Domingo 29 de septiembre del 2013, alrededor de las 3:00pm, con un clima fresco sentado en una de las bancas del parque San Martín, escribiendo un poco, escuchaba la conversación de dos señoras vendedoras con carritos para bebes, los cuales los habían modificado para poder colocar sus productos, tenían pan dulce, café, cigarros, dulces… pues una de ellas le contaba en vos alta,

“Pues vieras niña[4] que ayer en el bus en el que iba, lo asaltaron. Los ladrones pidieron todas las pertenencias  y yo tenía un celular bien chivo de esos caros, el ladrón estaba al lado mío y no pude esconderme el celular vos”… en eso la otra le dice “en ese mismo bus iba yo también, yo no fui bruta, mi celular lo estoy pagando y también es caro, por eso yo me lo metí en la nalga, para que no me lo robaran”… la otra “yo voy a ver cómo le hago para conseguir otro celular, está jodido hoy con los ladrones, salú pues”

En El Salvador las empresas transnacionales, con una mentalidad perversa, hombres con una mente de conquista del mundo, ven a las mayorías como máquinas de producción.
Son estos que con diabólica ambición del poder, saturan los medios de comunicación la mente de los más pobres[5], los que no alcanzan a ver que detrás de la propaganda está el manipulador de las cuerdas de la marioneta, los que están arriba someten a los de abajo arrastrando a muchos intelectuales y esto por la generación de la mal llamada “necesidad”. Los hombres no tienen salida se encuentran enjaulados en un mundo dominado por las ideas. Las mayorías de las guerras surgen por un conflicto de ideas. Ideas nefastas para la convivencia de la humanidad, generando más muertes. Las estadísticas de las muertes de mujeres y hombres son alarmantes, especialmente entre los países de El Salvador, Honduras y Guatemala, llamados el triángulo de la muerte.

Las ideas malvadas que el mundo siembra en el ser de los seres humanos, pueden combatiese, como el ejemplo de un humilde carpintero de un pueblo llamado Nazaret, su nombre Jesús, su acción en el mundo tenía que ver con un mensaje “liberador”, liberador de las ideas y de las malas acciones, que contaminan el ser de las mujeres y los hombres. A Jesús vivir la vida de acuerdo a la Palabra, le llevó a tener enemigos, enemigos que eran los que sustentaban el poder, tanto religioso como político, su crítica estaba en el verdadero valor que debe tener la vida:

NVI-Mateo 6.25-33
»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?» ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Las palabras de Jesús son muy importantes ya que se cree que fue un pacifista, aunque su mensaje no lleva una forma violenta, si presenta una resistencia contra las ideas que permean a los hombres, especialmente en lo que agrada al mundo “los paganos andan tras estas cosas” Jesús hablaba sobre lo que hoy día nos quita el sueño: comer, beber, vestir y acaparar (almacenar en graneros), Jesús como campesino espera la bendición de Dios, el fruto de la tierra, parece ser que el lujo, los manjares los ahorros han permeado el corazón de los hombres y le ha dado prioridad invalidando lo que realmente tiene valor: la vida (naturaleza-ser humano).

El caso del Nuevo Testamento se puede resumir en la superación del Antiguo Testamento donde Israel interpretó al Eterno de forma errada, aunque de forma aislada, existía una denuncia desde abajo, desde el pobre (profeta) un solo ejemplo basta:
NVI-Isaías 1:17
“aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”.

Este texto sea interpretado de forma general, entendiendo que los pobres deben hacer lo que el profeta expresa; pero tiene que ver con el rey, los ministros del rey, los comerciantes, líderes religiosos que se habían separado del Dios de la vida, esto lo confirma el versículo siguiente:

NVI-Isaías 1:23 
“Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda”.

Pero la superación del Antiguo Testamento se basa en la vida y ministerio de Jesús, ya que es el cumplimiento del mensaje de Dios, él no solamente realizó  una denuncia sino que su ministerio fue dinámico, acción ante la necesidad del otro (prójimo). Posiblemente sea la transmisión de los justos que lo antecedieron y que por tradición oral fue transmitida a sus parientes y estos a él.

Jesús era un revolucionario, presentaba su resistencia en su vivir, en sus enseñanzas, estaba en contra de la muerte. La pascua no la celebraba con carne de cordero[6], sino con el fruto de la tierra-creación (pan y vino), y lo celebraba con sus discípulos y discípulas, revalorizando, lo que Dios dio valor.
Jesús recupera lo perdido, lo que el Antiguo Testamento había ocultado, los que sustentaban el poder religioso enseñaron la avaricia como símbolo del rompimiento de la enseñanza de Dios para la humanidad. Los judíos crearon una forma de gobernar y someter a la humanidad, a los suyos llamó hijos de Dios y a las otras naciones “gentiles” no aceptándolos como parte de ellos, sino como esclavos, esto condujo a Israel a la arrogancia, creyéndose superiores a los demás.

La Biblia es clara en señalar que toda la raza humana tiene un tronco en común: Adán y Eva nuestros primeros padres. Y como los primeros padres se apartaron de los designios de Dios (incluyendo a Israel). Dios que no tiene dueño, se le antojó, por cuanto es soberano, levantar al postrer Adán, llamado Jesús de Nazaret, con él crea a un nuevo pueblo que no distingue entre judío ni griego, esclavo o libre, hombre o mujer (Gálatas 3.28) sino uno en Jesús. Acertando y viviendo, lo que Dios al principio dio prioridad, a su creación (naturaleza-ser humano). Todos somos uno en Cristo así como Jesús fue uno con el Padre, así sus hijos seremos uno en Él.

En pocas palabras encontramos a Dios en la creación: en la naturaleza, en el ser humano, no que Dios sea la naturaleza o el hombre, sino que Dios se revela en ellos.

Los seres humanos siendo desviados por mentalidades mezquinas con intereses personales, siguen el camino del egoísmo, creyéndose superior a los demás, invalidando sus derechos como seres vivos, pisotean a Dios en su hermano, su creación.


El bien y el mal
La visión degradante del hombre presenta una guerra entre el bien y el mal, concepción diabólica que sataniza al ser humano, según dónde el hombre se encuentre, así señala al otro como el enemigo (Satanás), los medios de comunicación  trasladan la imagen mental del personaje mítico conocido como luz bel, el cual es el malo. La mayoría de las cadenas de televisión, cine… presentan programas, películas… donde existe una lucha del bien contra el mal, Dios contra el diablo, los ángeles contra los demonios; pero en la realidad, se vive una guerra del hombre contra el hombre, hermano contra hermano, y los que esperan quedarse con el botín después de la masacre, son los buitres, aves de rapiña que inyectan las diabólicas ideas que sangran a nuestros pueblos, a nuestros hermanos.
Venden drogas, abren las fronteras de los países para vender la droga, venden armas generando conflictos internos, crean un desorden para después crear orden, pero ese orden tiene un precio, la sangre de nuestros hermanos y hermanas.

La sagacidad de los hombres de hoy está en descubrir la verdad de toda la mentira que nos rodea, conocer la realidad que nos gobierna, para tener claridad de las cosas que suceden y presentar resistencia, trabajando por el bien de nuestros hermanos, la humanidad, especialmente los olvidados, por los débiles. Jesús dijo y “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. La ceguera de los más poderosos es grande, andan en oscuridad, no tienen luz, no tienen a Dios, creen estar en la luz, ya que satanás el padre de la mentira les ha hecho creer que “están en su derecho”, derecho a matar, matar la creación de Dios, al hombre a la naturaleza, y en consecuencia matan a Dios. Dios es el dador de vida.

Muchas personas ven en el otro al enemigo no al hermano.

En una ocasión sirviendo a los indigentes y tratándolos como hermanos, salió uno y dijo: “yo no tengo hermanos”, luego le dije: si tiene sangre verde no eres mi hermano”, luego sonrió.

La idea que los poderosos ponen en la mente de las grandes mayorías  son variadas, pero todas ellas tienen la intención de atrofiar el mensaje de Dios para la humanidad.

El dinero/oro/petróleo
Las ideas con relación al dinero, divide a nuestros hermanos, decía uno de nuestros pensadores en la historia de El Salvador, Alberto Masferrer “dinero maldito”.

Franz Hinkelammert, aporta algo importante para nuestro interés:

        “…con la aparición  del dinero se interpreta, a partir de las relaciones mercantiles, el propio destino humano…”[7]

El destino del hombre es la esclavitud, la muerte ya que el valor de la vida no está radicado en el hombre-naturaleza sino en el dinero, es el dinero quien dirige a la sociedad, pero detrás del dinero está el codicioso, hombres con mentalidad perversa.

Hinkelammert añade:

“…el dinero es el punto de partida del capital…”[8]

El dinero es una cosa que no tiene vida, el problema radica en que el hombre le da vida a lo que no tiene vida, lo perverso de esto es que, la cosa “el dinero”, resucita de los muertos, el hombre le da vida, y el ser humano pasa del lugar que Dios le ha dado, a ser una cosa, el dinero maneja a los hombres. El hombre no tiene el valor que Dios le ha dado, sino el valor que el hombre le ha dado, sabiduría que es terrenal, animal y diabólica.

Según el sistema económico en el que vive la humanidad, el hombre no puede vivir sin dinero, pero eso es un error, la naturaleza nos da de comer[9] y si la naturaleza muere, ¿nos comeremos el dinero?, en consecuencia, tenemos que darle valor a la naturaleza, para que la idea del dinero no sea el fin en nuestra vida.

Y la Biblia nos recuerda:

RV60-1Timoteo 6:10 
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

Algunos líderes religiosos hemos atacado a los pobres con este texto sobre el amor al dinero, pero la realidad es que el pobre no es avaro con el dinero, ya que no lo tiene, apuras penas le alcanza, al final del mes tiene que prestar, manda a sus hijos al vecino, a pedirle prestado para el sustento de la hora, difícilmente  el texto habla del pobre, pienso que son otros actores en la sociedad.

Los poderosos tienen su fe en el dinero, la creación no tiene sentido para este, aunque sin la creación no puede vivir. Se vuelve ciego y sordo, esta poseído por Mammom el dios dinero, aunque llega un momento donde él mismo se cree dios. El hombre que se conduce por ese sendero es un hombre que ha perdido su humanidad, sea convertido en un animal, en una bestia que no entiende la vida, sino tiene el “poder”.


Los poderosos han perdido el sendero y Jesús añadió esta tremenda enseñanza:

RV60-Lucas 12:15 
“Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

El mensaje del evangelio es un mensaje poderoso, aunque no es un poder como el del mundo, el evangelio rompe con el dominio del hombre sobre el ser humano, el evangelio tiene que ver con la buena nueva, con el reino de Dios, en el cual se encuentra: el amor, la justicia y la verdad.

Conclusión
Jesús vivió en un mundo lleno de injusticia, como lo vive cada ser humano en su tiempo, siempre existen hombres que ven al otro como un medio y no como un fin.
Parece ser que ser cristiano no tiene valor alguno, digo, sin las implicaciones que los primeros seguidores de Jesús tuvieron con Dios y con los seres humanos. Predicar un mensaje radical como que no va con la moda de hoy, prefiriendo un mensaje sin compromiso, especialmente cuando se trata de negarme a mí mismo.

Pero las palabras de Jesús se inmortalizaron, nadie las puede negar, cuando dijo:
       
RV60-Marcos 8.34
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.


El seguimiento a Jesús implica, caminar con él, hasta el fin.

La creación y el ser humano necesitan de sabios y entendidos, de los nacidos de nuevo, sujetos al Dios de la vida.
La creación debe ser importante para el cristiano, tanto su naturaleza  (tierra), como el ser humano. Desde aquí podemos comprender algunas culturas autóctonas, que ejercen resistencia ante los invasores. Aman su tierra y a sus hermanos, asunto que los cristianos hemos olvidado; pero con este breve escrito, la tierra y nuestros hermanos deben tener sentido para nosotros.


Dios crea, el hombre des-crea, Dios baja para estar cerca de los hombres, el hombre sube para estar lejos de los hombres. Todo radica en las ideas, ideas que matan. Los cristianos debemos presenta resistencia rechazando las ideas del mundo y muchas veces estas ideas se viven en lo religioso, excluyendo como Israel llamando a nuestros hermanos “gentiles”, es estas latitudes les llamamos “mundanos o herejes”, cuando realmente son nuestros hermanos, y muchos con pensamientos diversos, cuestión que no destruye la hermandad, la misma naturaleza vive en armonía con el cosmos, con su riqueza, con su diversidad, solo al hombre le hace falta conocer a Dios, convertirse a él.



[1]              La religión de El Salvador (evangélicos protestantes) tienen como modelo interpretativo de las Escrituras, “el fundamentalismo”, procedente de los Estados Unidos de norte América. De esta visión, que no tiene más de 100 años de haber sido creada, se alimenta nuestra paupérrima teología.
[2]              Esta posición de la creación del ser humano a partir de la tierra, no es única del pueblo hebreo, también nuestros antepasados precolombinos especialmente los que se radicaron en Centro América, describen al hombre siendo formado del fruto de la tierra (El Popol Vuh, Las antiguas historias del quiché)
[3]              El hombre con mentalidad “progresista”, destruye la creación de Dios, que es la que nos sostiene con vida, la tala de árboles, la construcción de viviendas a grandes escalas sin considerar la biodiversidad de vida que existe en los lugares que destruyen para “construir”. La contaminación de los ríos por parte de las grandes empresas nacionales y transnacionales. Empobreciendo aún más lo que Dios le ha regalado al hombre.
[4]              Expresión salvadoreña que no necesariamente sea una niña de menos edad, sino que expresa a una persona de mayor edad.
[5]              Regularmente pobre intelectual
[6]              La muerte del cordero era parte del ritual, en memoria de la liberación de Israel de Egipto, el animal era preparado cuidadosamente ya que existían requisitos algunos eran, que no debía tener defectos, para que fuese una exente ofrenda, al Dios de la vida. Pero Jesús no celebró con cordero, aunque tenía las posibilidades económicas para comprar uno, ante eso celebraba la pascua con pan y vino.
[7]              Hinkelammert, Franz. Las Armas Ideológicas de la Muerte. San José-Costa Rica: Departamento Ecumenico de Investigaciones DEI, 1981.P. 28

[8]              Ibíd. Op., Cit. P.33
[9]              El que hace posible con su trabajo en la tierra, es el campesino, hace posible que en cada mesa haya alimento, el pan, las tortillas, los frijoles, el arroz (alimento básico para las familias salvadoreñas); pero existe una contradicción o injusticia en la sociedad, el campesino no recibe una buena remuneración, por su gran esfuerzo en la tierra, sino el que está tras un escritorio. 

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