Como
cristianos hemos centrado nuestras vidas en cuestiones como el trabajo, la
salud, la educación, la protección física y patrimonial; pero existe un área
descuidada, que no solo el cristiano descuida, sino la mayoría de los seres
humanos. Lo que se descuida en el medio ambiente, es la naturaleza. La Biblia
nos describe de forma explícita que desde el origen de la humanidad, la
vinculación del hombre con la tierra y todo lo que en ella hay. Nuestros
antepasados (pueblo Maya, Pipil, Tolteca…), tenían una cercanía con la
naturaleza, aun sus enseñanzas tenían que ver con el huso de la naturaleza, sus
escritos, poesía, historias; además presenta el origen de la vida a partir del
fruto de la tierra (el maíz). Las civilizaciones todas, vivimos la vida
conforme lo que produce la tierra, ello la importancia que debe tener, porque
sin la conservación de la tierra, del medio ambiente, la vida se pierde.
Gen 2:4-7
“Estos son los
orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová
Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la
tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no
había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,
sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”.
Como
podemos comprender, las escrituras del Antiguo Testamento, nos presentan, en
estos cuatro versículos un énfasis en la tierra, en la naturaleza, de ahí la
vida del ser humano.
La
vida de Jesús nos presenta una realidad diferente a lo que estaban
acostumbrados los religiosos de su tiempo, estaban acostumbrados al
derramamiento de sangre, en cambio Jesús nos enseña a celebrar la vida, por
medio de los elementos, junto a sus seres más cercanos, pan y vino. La
convivencia entre los suyos era alrededor del fruto de la tierra. Celebra la
vida, aunque tenía la facilidad de mandar a comprar o pedir un cordero, no lo
hiso; sino más bien, le dio énfasis a lo que el Padre le dio importancia desde
el principio, la vida, la naturaleza, el medio ambiente.
El especialista y luchador a favor de la ecología, Jerry
Mander, nos narra la dificultad que vivimos hoy día apartado de la realidad de
Dios, de la naturaleza, en su libro en Ausencia de lo Sagrado; su planteamiento
objetivo, llama a una reflexión sobre el deterioro de la naturaleza, o de su
destrucción, la cual el mismo hombre no se opone.
Las políticas neo-liberales dan énfasis a lo “estético”,
que no tiene que ver con la naturaleza, con el medio ambiente, sino más bien
con el concreto, con lo plástico…
El hombre se ha vuelto en contra de la creación, la ataca
aunque existen leyes que supuesta-mente la protegen, pero en la práctica se
omite.
En El Salvador la constitución de la república expone de
manera tajante el derecho de los seres vivos, como la naturaleza:
“ES
DEBER DEL ESTADO PROTEGER LOS RECURSOS NATURALES, ASÍ COMO LA DIVERSIDAD E
INTEGRIDAD DEL MEDIO AMBIENTE…”[1].
Existe
otro recurso que promueve la protección de la naturaleza y por ende la
protección al ser humano como la “Ley del medio ambiente”.
Estos
recursos están a favor de la naturaleza; pero la realidad salvadoreña es otra, el
salvadoreño común, como en otras latitudes del mundo, no le prestan atención a
la grandeza de la tierra. El abandono de las tierras, que en estos tiempos es frecuente,
está siendo explotada por la gran empresa. Si los hombres pudieran ver en la
tierra, el medio para vivir, dejarían de padecer enfermedades sicosomáticas. La
vida del campo ya ratos se dejó, los seres humanos llamados por la falsedad del
progreso, dejan lo que verdaderamente le da vida, sus tierras.
La
ley en pocas palabras no tiene mayor sentido, la corrupción de los “grandes”,
las constructoras que no tienen conciencia del daño que le causan al hombre,
por el afán de “ganar”, cuando en realidad se pierde, pierde la naturaleza, se
pierde la vida.
En El Salvador
existe una ciudad llamada Santa Tecla, el alcalde Lic. Oscar Ortiz, lleva 13
años de gobierno, gobierno positivista de izquierda liberal. Como toda visión
abierta a la globalización, esta ciudad
tiene como fin incrementar la dinámica económica, ha realizado a juicio de sus
seguidores una gran obra de tipo estructural, ha construido la famosa “vía el
Carmen”.
El
comercio es una realidad, en la Villa el Carmen; pero ¿a costa de qué?, de la
naturaleza, la cual es destruida.
Las
imágenes hablan por sí solas:
la
imagen presenta una “remodelación”, pero
eso conlleva a colocar acera o concreto, lo que implica serrar un filtro más en
la tierra, pero eso no es todo, la tala de árboles que llevan años en el parque
se ven afectados por la “remodelación”, los árboles mueren por el interés económico
del hombre.
Como
podemos apreciar este árbol estorbaba los planes de la comuna para realizar la
“remodelación”, la imagen refleja su tamaño y su vejes, cerca del árbol se
encuentra un auto móvil y el árbol es casi de su tamaño. ¿Cuánto tiempo lleva
un árbol ser como este? Tarde o temprano lo que le hacemos a la naturaleza lo
terminaremos haciendo con el hombre.
La pregunta del millón ¿Por qué se comete esta
barbaridad con nuestra naturaleza?
Sencillo, son intereses
económicos, en la ciudad de Santa Tecla se ha “remodelado”, una parte del
parque que fue donado por una de las familias históricas de esta ciudad por
medio de un hombre altruista.
Los clientes necesitan
parqueo, pero la alcaldía ha visto un medio para percibir ingresos, o sea un
parqueo muy rentable.
La mayoría de estos
establecimientos realizan sus tareas en altas horas de la noche, muchos de los
habitantes de estas zonas terminaron vendiendo o alquilando sus casas, por el
ruido que estos ocasionaban.
En la imagen de abajo
podemos apreciar la construcción de uno de los estacionamientos de la alcaldía,
se cobra un dólar la hora o fracción.
¿Qué podemos hacer como
cristianos comprometidos con el Dios de la vida?
Necesitamos toda la
ayuda posible para detener esta maquinaria que no respeta a Dios y las leyes patrias
además su interés es el dinero.
La oración y la acción
de los cristianos son importantes, necesitamos unirnos como cristianos
evangélicos, católicos y de cualquier movimiento en pro de la naturaleza, en
pro de la vida.
[1] Constitución de la República de El
Salvador artículo No. 117
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