jueves, 5 de junio de 2014

La Familia en El Salvador

Una reflexión teológica

En El Salvador existe un porcentaje no pequeño de familias completas formadas por: madre, padre e hijos; pero las grandes mayorías han sufrido la separación de uno o ambos progenitores, la separación son por causas personales como por causas estructurales, estaremos abordando algunas causas que han afectado y afectan a las familias en El Salvador, considerando la Biblia y la realidad como principio de reflexión.

Las Sagradas Escrituras enseñan el valor de la familia, Adán estaba sólo y contrario a las palabras sobre la creación “y vio Dios que era bueno”[1] del hombre sólo dijo: “no es bueno que el hombre esté sólo, le haré ayuda idónea”[2]. La pareja fue constituida para expandir la raza humana; pero no solamente para expandir al ser humano, sino para instruirle en el camino de la justicia, la verdad y la vida. El cristianismo da sumo valor a la familia, nuestra guía, el mismo Jesús de Nazaret, vino al mundo en seno de la familia.
El padre y la madre se unen para ser una sola carne, y de esta unión surgen los hijos y las hijas preparándolos para la vida. Cada etapa de sus vidas es administrada por los padres.

Si bien es cierto que el ideal de unidad en la familia es fomentada por entidades que la valoran; la realidad de las grandes mayorías es otra. Son dos caras de la moneda, como el yin y el yang[3] del confucionismo, pero que en este caso existe una gran mayoría que ha sufrido la desfragmentación en la familia. Trataremos en pocas líneas de abordar esta realidad familiar desde nuestro país, EL Salvador.



Desde su temprana edad están los brazos de la madre, le enseña a los infantes que los más pequeños e indefensos deben ser protegidos por los grandes y brindarles dirección por el mejor de los caminos.

La mujer ha sido y es trabajadora, luchadora y en la actualidad tiene la oportunidad de superarse para que su familia tenga una vida diferente. Aunque históricamente la mujer ha sido desfigurada, ha sido vista como inferior a los hombres, instrumento sexual, reduciendo su potencial en el área reproductiva. Sexo débil le han apodado algunos, pero ¿será verdad que es el sexo débil? ¿No es la mujer que ante la cobardía del hombre ha sostenido en sus hombros el hogar? Se ha subestimado el ser de la mujer y debe dársele su espacio en el mundo, mundo dominado preferentemente por el hombre.

La religión[4] en lugar de ayudar a la mujer a ser parte primordial en la construcción de un mundo mejor, la ha reducido a un rol en específico. La religión la satanizó, desde que Adán fue seducido por la mujer, la mujer fue vista como un peligro para los religiosos y la sociedad, que solo era necesaria para crear vida, por ello en el pasado las familias eran súper numerosas, desde 12 a 20 hijos, toda su vida la vivía teniendo hijos, porque así se salvaría, olvidándose que ella tenía una vida que vivir también.

Los medios de in-comunicación des-favorecen a la mujer convirtiéndola en un objeto: cine, televisión, internet, vallas publicitarias… y aun la educación, la música, la ley…son instrumentos que en lugar de despertar o liberar la conciencia de los seres humanos, sirve para convertirlos en esclavos empobreciéndolos aún más.

La mujer salvadoreña de hoy debe tratar de ver más allá, que existe una vida diferente, donde los valores mundanos no se aprovechen de su carencia intelectual, cultural, económica o social. Se cuenta que un padre de familia le decía a su hija que le gustaría que fuera una cosmetóloga, pero ella tomó el estudio en serio y llegó hacer una científica y le dieron trabajo en la NASA. Las madres de familia deben ayudar a sus hijas a salir adelante, no permitan que sus hijos e hijas repitan los mismos modelos o la misma desdicha de violencia que ha vivido la mayoría, violaciones, maltrato físico, exclusión, explotación y muerte. Las niñas son las mujeres del mañana, son mujeres en pequeño, no deben verse como cosa insignificante, posiblemente se encuentre entre nosotros una gran científica, una parlamentaria, una alcaldesa, una Presidenta de la República…

La presencia del verdadero hombre es de suma importancia para la familia, la responsabilidad debe ser su distintivo, aporta como la mujer para el bien de todos, considera primeramente el bienestar de su familia que el suyo propio, piensa que sus hijos y su esposa son un regalo de Dios y por lo tanto tiene la sagrada tarea de ser responsable, no por la fuerza sino por amor, amor a los huesos de sus huesos, carne de su carne y sangre de su sangre, el hombre vela por el bienestar de los suyos. El hombre salvadoreño históricamente ha sido separado de la familia, el teólogo y filósofo Salvador Augusto López, en su libro “Pueblos originarios de El Salvador”, describe que:

“la conquista de los españoles sobre los indígenas fue colosal, el exterminio de la población indígena se considera masivo, algunos prefieren llamarlo etnocidio, superando en magnitud el exterminio de judíos en Auschwitz en el siglo XX”[5]

Este dato es importante, considerando las grandes guerras históricas, las mujeres eran dejadas para los quehaceres de las casas de los conquistadores como esclavas, la mayoría de los hombres eran asesinados. Por su puesto que la mujer era asesinada en vida, por la ruptura, y el maltrato, la separación de todo lo que era su mundo, su vida.

La ausencia de los hombres ha dañado nuestra tierra, a nuestras familias, además del aniquilamiento de los hombres en la conquista española, en los años 80, El Salvador vivió una guerra que diezmo a la población, la guerra, maldita guerra, siguió separando a los hombres de las familia, jóvenes, adultos, eran reclutados por parte de los dos bandos (pero con mayor grado el ejército salvadoreño) y con una ideología de odio, enseñaban a odiarnos y asesinarnos entre nuestros mismos hermanos. Nuestras calles, si pudieran hablar, nos contarían cuánta sangre sea derramado en ellas, sangre de nuestros hermanos, perdida para siempre. Vidas que eran esperadas por sus familias en el hogar, pero que nunca oyeron de nuevo su voz, ni volvieron a ver su imagen.

En esos periodos en la historia de nuestro pueblo la ausencia paternal no era por la locura de las drogas, por una simple locura juvenil, por borrachera, por mujerero… sino por las injusticias estructurales; un ejemplo singular, es el caso de una hermana salvadoreña:

“en Mayo de 1982 Magdalena Ramos con su madre y su hijo recién nacido se encontraba en el cantón Patamera, en las montañas de Chalatenango. La Guardia Nacional que estaba en Arcatao había amenazado de muerte a toda su familia y muchas otras familias más del municipio de Arcatao. Magdalena y otras personas fueron forzadas a salir de sus casas y a vivir retiradas del pueblo, escondiéndose, siempre al tanto de que pudieran llegar los guardias a matarlos.
A finales del mes llegó el aviso que la fuerza armada preparaba un operativo amplio en contra de ellos. Toda la gente se alistó para salir huyendo. Pero el ejército ya había echado un cerco por toda la zona y después de dos días y noches de huir por el monte, el grupo donde iba Magdalena fue emboscado por los soldados del Batallón Belloso y centenares de pobladores fueron capturados.
Llevaron a toda la gente a una loma abierta, y a punta de fusil, procedieron a separar a todos los niños de los adultos. A Magdalena le arrebataron de sus brazos a su hijo de tan solo seis meses de edad, golpeándola con la culata del fusil. Llamaron a un helicóptero y lo llenaron de niños. No cupieron. El helicóptero tuvo que hacer cuatro viajes para llevarse a todos los niños. Llegó otra unidad del ejército para interrogar, torturar y asesinar a los adultos que habían quedado en la loma. Uno a uno llevaban a los capturados al monte. Se escuchaban los gritos de la tortura y las descargas de los tiros de gracia. Aprovechando la oscuridad Magdalena, su madre, y otros reos se escaparon corriendo y lograron ponerse a salvo. Solo en el operativo dónde perdió su hijo magdalena fueron capturados y desaparecidos  54 niños…
(Con la ayuda de Pro-búsqueda) El hijo de magdalena fue encontrado 12 años después de su desaparición a través de un examen de ADN. Una semana después de que el helicóptero lo depositó en el destacamento militar No. 1 junto con los demás niños, la Cruz Roja Salvadoreña lo llevó a San Salvador y lo internó en un orfanato en Santa Tecla con un nuevo nombre y una nueva familia. Por la incasable búsqueda de la madre se logró identificarlo y reunirlo con la familia”[6].

El histórico hecho de nuestra hermana Magdalena es importante para todos hoy, “la incansable búsqueda de la madre”.



            Rafael Calles tituló el artículo anterior ¿dónde están nuestros hijos? Buena pregunta para nosotros hoy, por su puesto es de notar que el esposo de Magdalena, estaba ausente o asesinado; pero a pesar de ello Magdalena no se rinde aun en la ausencia del esposo, por ello el escritor del artículo escrito en 1995 dice acerca de lo único que le quedaba de la familia afectada, los hijos y se pregunta ¿Dónde están?
La familia de hoy debe preguntarse ¿Con quién está o con quienes están mis hijos? Nuestros hijos se nos pierden porque la familia los ha abandonado, parece que no nos importan, tiene más valor el trabajo, el amor por un desconocido o desconocida, el deporte, la tecnología, o “las amistades”... La voz de Magdalena debe hacer eco en nuestra vida, debe movernos a la realidad nuestra y tratar de estar presente en las necesidades de la familia.

El mundo nos ha reorientado el camino, y cuando se habla de mundo se quiere decir, capitalismo hambriento o voraz, que no se interesa por la familia, sino por Dinero, el salvadoreño Alberto Masferrer escribió un ensayo titulado “Dinero maldito”, y Pablo el Apóstol de los gentiles agrega:
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”[7].

Por supuesto que este mensaje es para aquellos acaparadores del capital, no para los pobres, porque ¿Qué acaparará el pobre? Lo que acapara el pobre, son deudas.

Por el interés de dinero, las grandes mayorías o pobres corren hacia la muerte, muerte directa o muerte a pausas en una prisión con penas de 50-60 años y en realidad ¿Quién es el que se beneficia? No es el pobre ya que este debe pagar los platos rotos, es un esclavo o esclava de la actualidad, ha perdido el derecho a vivir su vida. Otros viven las vidas de los esclavos.

Pero es importante que aunque el sistema económico trastorne la vida, los pobres deben ser listos, y salir adelante. Como Dios nos inspira y como nuestra hermana Magdalena, incansablemente estaremos junto a nuestra familia, caminaremos con ellos en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la  salud, en la bonanza económica como en la pobreza. La familia es prioridad para los salvadoreños y salvadoreñas. Trataremos de darle a nuestra familia todo nuestro esfuerzo y dedicación. A las instituciones que velan por el bien común como las ONGs, Gobierno, empresa privada, que sus políticas tengan al ser humano como centro. Las iglesias cristianas, está bien la oración; pero las oraciones deben ir acompañadas de acción, especialmente para los más desamparados. El mundo pide herramientas  para salir adelante, se les solicita darle prioridad a la nueva generación, que haya Universidad gratis para los pobres, que haya literatura de alto nivel para todos, que la educación sea una educación con sensibilidad humana y no con una finalidad mercantil o comercial.

En la actualidad la familia esta lesionada, si el pasado con las guerras nos han robado parte de nuestra existencia, además de la poca atención a las víctimas, reflejando la familia de hoy; pero las cosas pueden ser diferentes, tenemos que decir como dijeron los Israelitas después de la segunda guerra mundial, “NUNCA MAS” “NUNCA MAS”. La familia, es prioridad pues honrándolos, honro al Eterno Creador, obedezco su Palabra. Si en el mundo vivo solo o sola con mis hijos o hijas, lucharemos para sacarlos adelante, nos esforzaremos por darles un buen ejemplo, daremos lo mejor de nuestras vidas. Nunca más, mi familia se afiliará a estructuras de muerte, ya que llevan la intensión de repetir las guerras del pasado, separando a la familia. Nunca más, abandonaremos los estudios, nunca más les daremos la calle a nuestros hijos, nunca más los abandonaremos.

La vida es un don de Dios, por lo tanto sagrada, nadie tiene el derecho de robarle al prójimo o quitarle la vida, al contrario el ser humano está para cuidar, velar y protegerse los unos a los otros.
            De la familia compuesta de padre, madre e hijos, pasamos a reflexionar sobre la familia que Dios nos ha dado, los seres humanos todos y todas.

            Todo hogar consta de seres humanos y techo donde vivir, podríamos decir que el planeta tierra es una casa, y el techo, el firmamento o el cielo. Si vemos de manera más amplia la familia, considerando que todos vivimos en una casa, entonces todos somos hermanos, “hermanos somos todos”, dijo Mahatma Gandhi, un hindú, que ayudó a despertar el corazón de su pueblo para ser uno, de los millones de indios se hiso uno. Con sus diferencias, hacían la diferencia ante el opresor, concluyendo con la liberación de su pueblo del dominador inglés (Inglaterra). Los y las salvadoreñas tenemos el mandamiento de vernos y tratarnos como hermanos. La poesía hebrea habla de las hormigas:

 “Ve a la hormiga, oh perezoso,
Mira sus caminos, y sé sabio;
La cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor,
Prepara en el verano su comida,
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento”[8].


            Si Dios nos enseña a vivir en unidad, en familia, aun con las cosas más sencillas, ¿qué dicha recibirá nuestro pueblo, nuestra gente, si se llevara a la práctica?

            Los hombres nos han enseñado que somos distintos especialmente desde los personajes poderosos que se creen superiores a los que no tienen poder, reyes, religiosos, empresarios, banqueros, comerciantes… algunos en la historia creían tener sangre azul o sangre real. Pero la historia ha superado esa visión y con la revolución francesa de 1789 “se reemplaza la doctrina del origen divino de la monarquía (reyes) por la teoría democrática de la soberanía popular”[9]. Pero de manera natural somos diferentes, somos: altos, bajitos, flacas, gorditas, blancos, morenos, negros, chinos… pero eso, no significa que los seres humanos no procedan de una misma sangre, la Biblia nos instruye en el camino de la unidad familiar:

“De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios”[10].


Por esa razón el hombre debe tratar de ver a los niños como a sus hijos, a los viejos como a sus padres, a las mujeres como a sus hijas o madres o abuelas y de esa manera la mujer debe aprender a ver a los demás niños como sus hijos, a los viejos como a sus padres, o abuelos.

            El salvadoreño y salvadoreña debe ser sensible con su prójimo, porque es su hermano, los enfermos como si ellos estuvieran en sus mismas condiciones, ser solidario con el hermano, con el viejo, con el niño, ayudar a los más desamparados, porque la mayor gloria que el hombre puede recibir, es ver a su hermano de pie, levantado y luchando en la vida.

Debemos de aprender a vernos todos como una sola familia, con nuestras diferencias, religiosas, políticas, filosóficas…

            Que Dios bendiga a nuestras familias, ayudándonos y esforzándonos mutuamente veremos una luz al final del camino, un nuevo amanecer en nuestra tierra que Dios nos ha dado.

            Que el Eterno Dios nos bendiga a todos y todas.
Amén.







Bibliografía
Biblia Nueva Versión Internacional (1999)

Biblia Reina y Valera (1960)

Juan A. Bautinza/Gabriel A. Rivas (1973) “Las edades moderna y contemporánea” Argentina: Editorial Kapeluz

LeonardoBoff (1981). Iglesia carisma y poder. Bilbao, España: Editorial: Grafo, S. A.

Norman Anderson, (1993). Las religiones del mundo. U.S.A.: Mundo Hispano

Rafael Calles (1995). ¿Donde estan nuestros hijos? LA VOZ, Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES)

Salvador Augusto López. (2010). Pueblos Originarios de El Salvador. San Salvador, El Salvador: Universidad Luterana Salvadoreña.





[1]              Biblia Reina y Valera 1960 Génesis cap.1

[2]              Biblia Reina y Valera 1960 Génesis 2.18

[3]              Anderson, N. (1993). Las religiones del mundo. U.S.A.: Mondo Hispano.p.255

[4]              Boff, L. (1981). Iglesia carisma y poder. Bilbao, España: Editorial: Grafo, S. A. P.213, Leonardo Boff describe la posición de la religion "… la religión es utilizada para aquietar los ánimos afin de que todo pueda seguir somo siempre, es decir: los poderosos arriva, explotando; y el pueblo abajo, sufriendo". Los que se dicen ser religiosos deben de repensar su relación con el Jesús de los evangelios y ubicarse en el terreno de quien trabajan, o para la construcción del Reino de Dios o para los intereces de las clases más poderosas. No se puede ser vir a dos señores.

[5]              López, S. A. (2010). Pueblos Originarios de El Salvador. San Salvador, El Salvador: Universidad Luterana Salvadoreña. p.8

[6]              Calles, R. (1995). Donde estan nuestros hijos? LA VOZ, 16. P.4-6

[7]              1Timoteo 6:10 
[8]           Proverbios 6:6-8
[9]              Rivas, J. A. (1973). Las edades modernas y contemporánea. Argentina: Editorial Kapelusz. p.169

[10]             Biblia Nueva Versión Internacional Hechos 17:26 

1 comentario:

Izabella Nowotka dijo...

Super artykuł. Pozdrawiam serdecznie.

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