Una reflexión teológica
En El Salvador existe
un porcentaje no pequeño de familias completas formadas por: madre, padre e hijos;
pero las grandes mayorías han sufrido la separación de uno o ambos progenitores,
la separación son por causas personales como por causas estructurales,
estaremos abordando algunas causas que han afectado y afectan a las familias en
El Salvador, considerando la Biblia y la realidad como principio de reflexión.
Las Sagradas
Escrituras enseñan el valor de la familia, Adán estaba sólo y contrario a las
palabras sobre la creación “y vio Dios que era bueno”[1]
del hombre sólo dijo: “no es bueno que el hombre esté sólo, le haré ayuda
idónea”[2].
La pareja fue constituida para expandir la raza humana; pero no solamente para
expandir al ser humano, sino para instruirle en el camino de la justicia, la
verdad y la vida. El cristianismo da sumo valor a la familia, nuestra guía, el
mismo Jesús de Nazaret, vino al mundo en seno de la familia.
El padre y la madre
se unen para ser una sola carne, y de esta unión surgen los hijos y las hijas preparándolos
para la vida. Cada etapa de sus vidas es administrada por los padres.
Si bien es cierto que
el ideal de unidad en la familia es fomentada por entidades que la valoran; la
realidad de las grandes mayorías es otra. Son dos caras de la moneda, como el
yin y el yang[3]
del confucionismo, pero que en este caso existe una gran mayoría que ha sufrido
la desfragmentación en la familia. Trataremos en pocas líneas de abordar esta
realidad familiar desde nuestro país, EL Salvador.
Desde su temprana
edad están los brazos de la madre,
le enseña a los infantes que los más pequeños e indefensos deben ser protegidos
por los grandes y brindarles dirección por el mejor de los caminos.
La mujer ha sido y es
trabajadora, luchadora y en la actualidad tiene la oportunidad de superarse
para que su familia tenga una vida diferente. Aunque históricamente la mujer ha
sido desfigurada, ha sido vista como inferior a los hombres, instrumento
sexual, reduciendo su potencial en el área reproductiva. Sexo débil le han
apodado algunos, pero ¿será verdad que es el sexo débil? ¿No es la mujer que
ante la cobardía del hombre ha sostenido en sus hombros el hogar? Se ha
subestimado el ser de la mujer y debe dársele su espacio en el mundo, mundo
dominado preferentemente por el hombre.
La religión[4] en
lugar de ayudar a la mujer a ser parte primordial en la construcción de un
mundo mejor, la ha reducido a un rol en específico. La religión la satanizó,
desde que Adán fue seducido por la mujer, la mujer fue vista como un peligro
para los religiosos y la sociedad, que solo era necesaria para crear vida, por
ello en el pasado las familias eran súper numerosas, desde 12 a 20 hijos, toda
su vida la vivía teniendo hijos, porque así se salvaría, olvidándose que ella
tenía una vida que vivir también.
Los medios de in-comunicación
des-favorecen a la mujer convirtiéndola en un objeto: cine, televisión,
internet, vallas publicitarias… y aun la educación, la música, la ley…son
instrumentos que en lugar de despertar o liberar la conciencia de los seres
humanos, sirve para convertirlos en esclavos empobreciéndolos aún más.
La mujer salvadoreña
de hoy debe tratar de ver más allá, que existe una vida diferente, donde los
valores mundanos no se aprovechen de su carencia intelectual, cultural, económica
o social. Se cuenta que un padre de familia le decía a su hija que le gustaría
que fuera una cosmetóloga, pero ella tomó el estudio en serio y llegó hacer una
científica y le dieron trabajo en la NASA. Las madres de familia deben ayudar a
sus hijas a salir adelante, no permitan que sus hijos e hijas repitan los
mismos modelos o la misma desdicha de violencia que ha vivido la mayoría,
violaciones, maltrato físico, exclusión, explotación y muerte. Las niñas son
las mujeres del mañana, son mujeres en pequeño, no deben verse como cosa
insignificante, posiblemente se encuentre entre nosotros una gran científica,
una parlamentaria, una alcaldesa, una Presidenta de la República…
La presencia del verdadero hombre es de suma importancia
para la familia, la responsabilidad debe ser su distintivo, aporta como la
mujer para el bien de todos, considera primeramente el bienestar de su familia
que el suyo propio, piensa que sus hijos y su esposa son un regalo de Dios y
por lo tanto tiene la sagrada tarea de ser responsable, no por la fuerza sino
por amor, amor a los huesos de sus huesos, carne de su carne y sangre de su
sangre, el hombre vela por el bienestar de los suyos. El hombre salvadoreño
históricamente ha sido separado de la familia, el teólogo y filósofo Salvador
Augusto López, en su libro “Pueblos originarios de El Salvador”, describe que:
“la conquista de
los españoles sobre los indígenas fue colosal, el exterminio de la población
indígena se considera masivo, algunos prefieren llamarlo etnocidio, superando
en magnitud el exterminio de judíos en Auschwitz en el siglo XX”[5]
Este dato es
importante, considerando las grandes guerras históricas, las mujeres eran
dejadas para los quehaceres de las casas de los conquistadores como esclavas,
la mayoría de los hombres eran asesinados. Por su puesto que la mujer era
asesinada en vida, por la ruptura, y el maltrato, la separación de todo lo que
era su mundo, su vida.
La ausencia de los hombres
ha dañado nuestra tierra, a nuestras familias, además del aniquilamiento de los
hombres en la conquista española, en los años 80, El Salvador vivió una guerra
que diezmo a la población, la guerra, maldita guerra, siguió separando a los
hombres de las familia, jóvenes, adultos, eran reclutados por parte de los dos
bandos (pero con mayor grado el ejército salvadoreño) y con una ideología de
odio, enseñaban a odiarnos y asesinarnos entre nuestros mismos hermanos.
Nuestras calles, si pudieran hablar, nos contarían cuánta sangre sea derramado
en ellas, sangre de nuestros hermanos, perdida para siempre. Vidas que eran
esperadas por sus familias en el hogar, pero que nunca oyeron de nuevo su voz, ni
volvieron a ver su imagen.
En esos periodos en
la historia de nuestro pueblo la ausencia paternal no era por la locura de las
drogas, por una simple locura juvenil, por borrachera, por mujerero… sino por
las injusticias estructurales; un ejemplo singular, es el caso de una hermana
salvadoreña:
“en Mayo de 1982 Magdalena Ramos con su madre y su
hijo recién nacido se encontraba en el cantón Patamera, en las montañas de
Chalatenango. La Guardia Nacional que estaba en Arcatao había amenazado de
muerte a toda su familia y muchas otras familias más del municipio de Arcatao.
Magdalena y otras personas fueron forzadas a salir de sus casas y a vivir
retiradas del pueblo, escondiéndose, siempre al tanto de que pudieran llegar
los guardias a matarlos.
A finales del mes llegó el aviso que la fuerza
armada preparaba un operativo amplio en contra de ellos. Toda la gente se
alistó para salir huyendo. Pero el ejército ya había echado un cerco por toda
la zona y después de dos días y noches de huir por el monte, el grupo donde iba
Magdalena fue emboscado por los soldados del Batallón Belloso y centenares de
pobladores fueron capturados.
Llevaron a toda la gente a una loma abierta, y a
punta de fusil, procedieron a separar a todos los niños de los adultos. A
Magdalena le arrebataron de sus brazos a su hijo de tan solo seis meses de
edad, golpeándola con la culata del fusil. Llamaron a un helicóptero y lo
llenaron de niños. No cupieron. El helicóptero tuvo que hacer cuatro viajes
para llevarse a todos los niños. Llegó otra unidad del ejército para
interrogar, torturar y asesinar a los adultos que habían quedado en la loma.
Uno a uno llevaban a los capturados al monte. Se escuchaban los gritos de la
tortura y las descargas de los tiros de gracia. Aprovechando la oscuridad
Magdalena, su madre, y otros reos se escaparon corriendo y lograron ponerse a
salvo. Solo en el operativo dónde perdió su hijo magdalena fueron capturados y
desaparecidos 54 niños…
(Con la ayuda
de Pro-búsqueda) El hijo de magdalena fue encontrado 12 años después de su
desaparición a través de un examen de ADN. Una semana después de que el
helicóptero lo depositó en el destacamento militar No. 1 junto con los demás
niños, la Cruz Roja Salvadoreña lo llevó a San Salvador y lo internó en un
orfanato en Santa Tecla con un nuevo nombre y una nueva familia. Por la
incasable búsqueda de la madre se logró identificarlo y reunirlo con la
familia”[6].
El histórico hecho de
nuestra hermana Magdalena es importante para todos hoy, “la incansable búsqueda
de la madre”.
Rafael
Calles tituló el artículo anterior ¿dónde están nuestros hijos? Buena pregunta
para nosotros hoy, por su puesto es de notar que el esposo de Magdalena, estaba
ausente o asesinado; pero a pesar de ello Magdalena no se rinde aun en la
ausencia del esposo, por ello el escritor del artículo escrito en 1995 dice
acerca de lo único que le quedaba de la familia afectada, los hijos y se
pregunta ¿Dónde están?
La familia de hoy debe
preguntarse ¿Con quién está o con quienes están mis hijos? Nuestros hijos se
nos pierden porque la familia los ha abandonado, parece que no nos importan,
tiene más valor el trabajo, el amor por un desconocido o desconocida, el
deporte, la tecnología, o “las amistades”... La voz de Magdalena debe hacer eco
en nuestra vida, debe movernos a la realidad nuestra y tratar de estar presente
en las necesidades de la familia.
El mundo nos ha
reorientado el camino, y cuando se habla de mundo se quiere decir, capitalismo hambriento o voraz, que no se interesa por la
familia, sino por Dinero, el salvadoreño Alberto Masferrer escribió un ensayo
titulado “Dinero maldito”, y Pablo el Apóstol de los gentiles agrega:
“porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron
de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”[7].
Por supuesto que este
mensaje es para aquellos acaparadores del capital, no para los pobres, porque
¿Qué acaparará el pobre? Lo que acapara el pobre, son deudas.
Por el interés de
dinero, las grandes mayorías o pobres corren hacia la muerte, muerte directa o
muerte a pausas en una prisión con penas de 50-60 años y en realidad ¿Quién es
el que se beneficia? No es el pobre ya que este debe pagar los platos rotos, es
un esclavo o esclava de la actualidad, ha perdido el derecho a vivir su vida.
Otros viven las vidas de los esclavos.
Pero es importante
que aunque el sistema económico trastorne la vida, los pobres deben ser listos,
y salir adelante. Como Dios nos inspira y como nuestra hermana Magdalena,
incansablemente estaremos junto a nuestra familia, caminaremos con ellos en las
buenas y en las malas, en la enfermedad y en la
salud, en la bonanza económica como en la pobreza. La familia es
prioridad para los salvadoreños y salvadoreñas. Trataremos de darle a nuestra
familia todo nuestro esfuerzo y dedicación. A las instituciones que velan por
el bien común como las ONGs, Gobierno, empresa privada, que sus políticas
tengan al ser humano como centro. Las iglesias cristianas, está bien la
oración; pero las oraciones deben ir acompañadas de acción, especialmente para
los más desamparados. El mundo pide herramientas para salir adelante, se les solicita darle
prioridad a la nueva generación, que haya Universidad gratis para los pobres,
que haya literatura de alto nivel para todos, que la educación sea una
educación con sensibilidad humana y no con una finalidad mercantil o comercial.
En la actualidad la
familia esta lesionada, si el pasado con las guerras nos han robado parte de
nuestra existencia, además de la poca atención a las víctimas, reflejando la
familia de hoy; pero las cosas pueden ser diferentes, tenemos que decir como
dijeron los Israelitas después de la segunda guerra mundial, “NUNCA MAS” “NUNCA
MAS”. La familia, es prioridad pues honrándolos, honro al Eterno Creador,
obedezco su Palabra. Si en el mundo vivo solo o sola con mis hijos o hijas,
lucharemos para sacarlos adelante, nos esforzaremos por darles un buen ejemplo,
daremos lo mejor de nuestras vidas. Nunca más, mi familia se afiliará a
estructuras de muerte, ya que llevan la intensión de repetir las guerras del
pasado, separando a la familia. Nunca más, abandonaremos los estudios, nunca más
les daremos la calle a nuestros hijos, nunca más los abandonaremos.
La vida es un don de
Dios, por lo tanto sagrada, nadie tiene el derecho de robarle al prójimo o
quitarle la vida, al contrario el ser humano está para cuidar, velar y
protegerse los unos a los otros.
De
la familia compuesta de padre, madre e hijos, pasamos a reflexionar sobre la
familia que Dios nos ha dado, los seres humanos todos y todas.
Todo
hogar consta de seres humanos y techo donde vivir, podríamos decir que el
planeta tierra es una casa, y el techo, el firmamento o el cielo. Si vemos de
manera más amplia la familia, considerando que todos vivimos en una casa,
entonces todos somos hermanos, “hermanos somos todos”, dijo Mahatma Gandhi, un
hindú, que ayudó a despertar el corazón de su pueblo para ser uno, de los
millones de indios se hiso uno. Con sus diferencias, hacían la diferencia ante
el opresor, concluyendo con la liberación de su pueblo del dominador inglés
(Inglaterra). Los y las salvadoreñas tenemos el mandamiento de vernos y tratarnos
como hermanos. La poesía hebrea habla de las hormigas:
“Ve a la hormiga, oh perezoso,
Mira
sus caminos, y sé sabio;
La
cual no teniendo capitán,
Ni
gobernador, ni señor,
Prepara
en el verano su comida,
Y
recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento”[8].
Si
Dios nos enseña a vivir en unidad, en familia, aun con las cosas más sencillas,
¿qué dicha recibirá nuestro pueblo, nuestra gente, si se llevara a la práctica?
Los
hombres nos han enseñado que somos distintos especialmente desde los personajes
poderosos que se creen superiores a los que no tienen poder, reyes, religiosos,
empresarios, banqueros, comerciantes… algunos en la historia creían tener
sangre azul o sangre real. Pero la historia ha superado esa visión y con la
revolución francesa de 1789 “se reemplaza la doctrina del origen divino de la
monarquía (reyes) por la teoría democrática de la soberanía popular”[9].
Pero de manera natural somos diferentes, somos: altos, bajitos, flacas,
gorditas, blancos, morenos, negros, chinos… pero eso, no significa que los
seres humanos no procedan de una misma sangre, la Biblia nos instruye en el
camino de la unidad familiar:
“De un solo
hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó
los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios”[10].
Por esa razón el hombre debe
tratar de ver a los niños como a sus hijos, a los viejos como a sus padres, a
las mujeres como a sus hijas o madres o abuelas y de esa manera la mujer debe
aprender a ver a los demás niños como sus hijos, a los viejos como a sus
padres, o abuelos.
El
salvadoreño y salvadoreña debe ser sensible con su prójimo, porque es su
hermano, los enfermos como si ellos estuvieran en sus mismas condiciones, ser
solidario con el hermano, con el viejo, con el niño, ayudar a los más
desamparados, porque la mayor gloria que el hombre puede recibir, es ver a su
hermano de pie, levantado y luchando en la vida.
Debemos de aprender a vernos
todos como una sola familia, con nuestras diferencias, religiosas, políticas,
filosóficas…
Que
Dios bendiga a nuestras familias, ayudándonos y esforzándonos mutuamente veremos
una luz al final del camino, un nuevo amanecer en nuestra tierra que Dios nos
ha dado.
Que
el Eterno Dios nos bendiga a todos y todas.
Amén.
Bibliografía
Biblia
Nueva Versión Internacional (1999)
Biblia
Reina y Valera (1960)
Juan A.
Bautinza/Gabriel A. Rivas (1973) “Las
edades moderna y contemporánea” Argentina: Editorial Kapeluz
LeonardoBoff (1981). Iglesia carisma y poder. Bilbao,
España: Editorial: Grafo, S. A.
Norman Anderson, (1993). Las religiones del mundo.
U.S.A.: Mundo Hispano
Rafael Calles (1995). ¿Donde
estan nuestros hijos? LA VOZ, Comisión
de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES)
Salvador Augusto López. (2010). Pueblos Originarios de El
Salvador. San Salvador, El Salvador: Universidad Luterana Salvadoreña.
[1] Biblia Reina y Valera 1960 Génesis
cap.1
[2] Biblia Reina y Valera 1960 Génesis
2.18
[4] Boff, L. (1981). Iglesia carisma y poder.
Bilbao, España: Editorial: Grafo, S. A. P.213, Leonardo Boff describe la posición
de la religion "… la religión es utilizada para aquietar los ánimos afin
de que todo pueda seguir somo siempre, es decir: los poderosos arriva, explotando;
y el pueblo abajo, sufriendo". Los que se dicen ser religiosos deben de
repensar su relación con el Jesús de los evangelios y ubicarse en el terreno de
quien trabajan, o para la construcción del Reino de Dios o para los intereces
de las clases más poderosas. No se puede ser vir a dos señores.
[5] López, S. A. (2010). Pueblos Originarios de El
Salvador. San Salvador, El Salvador: Universidad Luterana Salvadoreña. p.8
[7] 1Timoteo 6:10
[8] Proverbios
6:6-8
[9] Rivas, J. A. (1973). Las edades modernas y
contemporánea. Argentina: Editorial Kapelusz. p.169
[10] Biblia Nueva Versión Internacional
Hechos 17:26
1 comentario:
Super artykuł. Pozdrawiam serdecznie.
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